sábado, 17 de marzo de 2012

Gente tóxica

Gente tóxica es el título de un libro escrito por Bernardo Stamateas.
Hace tiempo que sabía de este libro, que me llamaba la atención y que me apetecía leerlo. Ahora que lo tengo espero encontrar el tiempo para hacerlo.
He echado un vistazo a la introducción y me gusta lo que dice de que cada capítulo es independiente del resto, ya que cada uno está dedicado a una clase de gente: el envidioso, el manipulador, el quejoso, el orgulloso...
Por cierto, he buscado tóxico en el diccionario y dice:
tóxico,ca: (Sustancia) venenosa o que produce efectos nocivos sobre el organismo.
Y para asegurarme sobre nocivo:
nocivo, va: Dañino, pernicioso, perjudicial.

Y es que yo creo que siempre, en todas las épocas de nuestra vida, tenemos a gente tóxica cerca de nosotros.
Ahora, me gustaría saber si son tóxicos para nosotros por lo que ellos pueden hacer, o por el poder que nosotros les damos.
Si las circunstancias te permiten alejarte o no tener relación con alguien así, no hay problema. Lo complicado viene cuando esa persona es de tu entorno, cuando forma parte de tu círculo de amistades, cuando es miembro de tu familia o de la de tu marido...
Si no eres una persona decidida y sin pelos en la lengua que deja las cosas claras y los límites bien marcados, optas por ignorar a la persona en cuestión. Pero no siempre es fácil.

El tiempo y la edad nos enseñan a conocernos a nosotros mismos, y las desilusiones y los tropiezos a saber con quien queremos estar y con quien no.
Yo he cambiado con el paso de los años, y lo sigo haciendo. La maternidad, la vida que llevas cuando tienes hijos, "te obliga" a tomar decisiones y caminos pensando en el bienestar de esas personitas por las que darías la vida.
Así que ahora quiero a gente alegre, optimista y con ganas de vivir a mi alrededor. Quiero ver todos los colores que tiene la vida.
Necesito estar con gente que me de energía, sentir que recargo las pilas y los sentidos.
Quiero estar sin miedo a ser observada, criticada o corregida, reírme de mis equivocaciones y aprender de ellas.
No quiero gente mal pensada, negativa o controladora a mi lado. En la medida en que pueda evitarlo, no quiero relaciones en las que tenga que ir con pies de plomo.
No me interesa la gente que cree que lo sabe todo, que nada tiene que aprender y se dedica a corregir a los   demás. Esa gente que solo da por buena su opinión, y que piensa que la única manera de hacer bien las cosas es la suya. Que utilizan la buena acción de aconsejar para decirte lo que haces mal.

Pues eso, que voy a poner todo lo que esté en mi mano para seguir siendo feliz, rodeándome que quienes me hagan sentir así.

Bueno, y también hay que tener en cuenta que (cabe la posibilidad de que) nosotros también podemos ser tóxicos para otros ¿no?