jueves, 8 de noviembre de 2018

Conversaciones de vestuario

Una de las conversaciones cruzadas hoy en el vestuario del gimnasio-piscina:
M es un mujer casada, con dos hijos, que también trabaja fuera de casa, pero ahora está de vacaciones. Hoy comentaba que se sentía mal si cuando estaba en casa se tomaba un descanso, si paraba para no hacer nada, si se sentaba a esperar a que llegara el niño del colegio y se quedaba dormida unos instantes... nadie le ha dicho que eso esté mal, pero ella no se siente bien.
A mí también me pasa, y pienso que al no trabajar fuera, "tengo todavía menos derecho" a tomarme esos descansos. ¿Me lo ha recriminado alguien alguna vez? Sí, yo.
Algún día tendré que volver a trabajar fuera, a llegar a casa cansada y seguir trabajando, y ahora pienso que entonces no me sentiré mal si descanso en casa, porque me lo habré ganado, porque he trabajado fuera. Por lo que ha comentado M esta mañana, veo que no será así.

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