«Te quiero».
«No me gusta que me hables así».
«Te he echado de menos».
«Necesito estar sola».
«Hoy pensé en ti».
«Prefiero salir en vez de quedarnos en casa».
«Hazme compañía, por favor».
«No entiendo por qué lo has hecho».
«Me haces sentir bien».
«¿Necesitas ayuda?».
«Lo estás haciendo bien».
...
Empezamos a dar las cosas por hecho y dejamos de decirlas, ese fue nuestro error.
Mi Otra Yo
Cuando se da todo por dicho va mal la cosa. Un beso
ResponderEliminarEl caso es darse cuenta antes de que sea demasiado tarde.
EliminarBesos.
¿Y cuántas veces decimos te quiero cuando todo se acabó hace tiempo?
ResponderEliminarSeguro que más veces de las que debiéramos.
EliminarBesos.
no son grandes frases grandilocuentes, son frases sencillas que hacen más fluida una relación. no hay que callarse las cosas, que luego cada vez cuesta más salir de ese mutismo...
ResponderEliminarbesos!
Por eso creo que dejamos de decirlas, porque son tan sencillas y se supone tan obvias que olvidamos que también son necesarias.
EliminarBesos.
Entonces me alegro de que te hayas dado cuenta ya y empieces a decirlas de nuevo. Comunicarse es fundamental!!
ResponderEliminarBesosss
Yo también me alegro Rosana 😉
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Es un error que produce el desgaste. Cuando el misterio de la otra persona desaparece, ya no nos parece tan interesante. Aún así esas frases permitirán conservar más tiempo una relación. Al menos una que valiera la pena. Besos
ResponderEliminarCuando el misterio desaparece pueden aparecer otras cosas que nos sigan haciendo ver la relación interesante. Si la relación vale la pena, como tú dices.
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