Yo no quiero un amor civilizado,
con recibo y escena del sofá,
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros,
yo no quiero sembrar ni compartir,
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas,
yo no quiero que elijas mi champú,
yo no quiero cortarme la coleta,
mudarme de planeta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde,
yo no quiero columpio en el jardín,
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero, juntar para mañana,
nunca supe llegar a fin de mes,
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero,
yo no quiero besar tu cicatriz,
yo no quiero París con aguacero,
ni te Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado,
no me digas volvamos a empezar,
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber porqué lo hiciste,
yo no quiero contigo ni sin ti,
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren.
Es la letra de una canción de Joaquín Sabina. Me gustan mucho sus canciones, y sus letras.
Pero hoy la iba escuchando en el coche y me he puesto a pensar... ¿cómo interpretar este párrafo?
Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata,
porque amores que matan nunca mueren.
Y no sé si quiero interpretarlo. Porque si nos ponemos a analizarlo, igual habría que vetarlo porque induce a creer que para que un amor no muera hay que matarse...
No es lo que pienso, que quede claro, pero con esto de retirar cuentos populares por inapropiados, si nos ponemos con todo lo demás y analizamos todo lo que está al alcance de nuestra mano, podríamos hacer una hoguera que ardiera hasta el final de los días.
Quizás en vez de tanto prohibir habría que fomentar más una opinión crítica, argumentar y razonar sobre las diferentes opiniones que se puedan tener.
Porque, tengámoslo claro desde el principio, por muy claro que esté, siempre habrá más de una interpretación.
Porque, tengámoslo claro desde el principio, por muy claro que esté, siempre habrá más de una interpretación.
Imagen extraída de internet |
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