jueves, 23 de mayo de 2019

Si me lo pienso, no me sale

Gracias a las clases de mecanografía a las que me apuntaron cuando tomé la comunión me defiendo escribiendo en el ordenador sin mirar el teclado. Lo hago a una velocidad aceptable, y no me equivoco demasiado, hasta que pienso en lo que estoy haciendo. Entonces pierdo las letras, y mi dedos se equivocan.

Algo parecido me pasa con las maniobras en el coche.
La rampa de mi garaje es muy muy jodida, en serio. Tienes que tenerle muy bien tomadas las medidas al coche o ser capaz de parar en medio de la cuesta y rectificar la trayectoria: lo que significa hacer marcha atrás con una inclinación considerable. Bueno, o que te de igual rayar el coche de vez en cuando.
Lo hago, meto y saco el coche del garaje, pero si pienso en la maniobra no me siento capaz de hacerlo. De hecho soy incapaz de reproducir la maniobra en mi mente, aunque en el momento de hacerlo lo hago sin pensar.

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