jueves, 27 de febrero de 2020

Momentos

El momento de la ducha en el gimnasio después de correr.
Los días que no hay que madrugar, el momento de levantarme la primera por la mañana y desayunar tranquila, sabiendo que ellos sueñan apaciblemente.
La paz que siento en el momento en el que desde la cama escucho la conversación de mi marido y mis hijos cuando me acuesto la primera.
En invierno, el momento en el que meto la ropa tendida dentro de casa para que la humedad no la moje más. Me gusta esa sensación de calor de hogar.
Cuando me acuesto, el momento en el que encuentro la postura perfecta a la primera.
El momento en el que el agua de la ducha está tan caliente que siento escalofríos.
El momento al final del día en el que cierro la puerta y estamos todos dentro.
Todos los momentos que me han llevado a este.
Todos los momentos que vendrán.
El momento en el que estoy escribiendo esto.

lunes, 24 de febrero de 2020

Si por mí fuera

Cuanto más escucho esta canción de Beret más me gusta.


Su voz, que al principio no me agradaba demasiado, es lo que ahora más me atrae de él. También me gusta la letra, que cuenta una historia y no se dedica a buscar palabras que rimen sin más como pasa en muchas de las canciones que ahora están de moda.

La primera canción que escuché de Beret siempre la recordaré con una sonrisa por la situación en la que la descubrí.
No recuerdo el motivo concreto, pero el caso es que tuve que llamar por teléfono a Carrefour y la canción que se escuchaba mientras te tenían en espera era esta.



Al principio me pareció que tenía mucha guasa, después tuve que reconocer que el estribillo era de lo más apropiado:
«Lo siento, por hacerte perder el tiempo...»


domingo, 23 de febrero de 2020

El sonido de un beso

El sonido de un beso puede ser tan excitante como el mismo beso... o más.


Mi Otra Yo

jueves, 20 de febrero de 2020

Los libros nos hacen sentir bien

Choco a menudo con mi hijo pequeño, seguramente porque nos parecemos mucho, pero eso mismo es lo que hace que pueda entender tan bien lo que siente, y que él a su vez exprese cosas que nunca antes nadie a mi alrededor ha podido explicar con las palabras correctas.
Le encanta la lectura, como a mí, y por eso siempre va con un libro a cuestas. Cada día me deja uno preparado en el  mueble de la entrada para que se lo lleve al colegio cuando voy a buscarlo, simplemente para llevarlo en la mano en el camino de vuelta. En casa siempre tiene a su lado varios libros, aunque no esté leyendo ninguno en ese momento.
Hace poco me dijo, con un libro entre las manos, que los libros le hacen sentir bien, que le gusta tenerlos cerca, poder mirarlos y tocarlos, aunque no los lea en ese momento.
Él sabe que lo entiendo perfectamente.

lunes, 17 de febrero de 2020

16 Añitos

Dani Martín tiene letras buenísimas, y la de esta canción es una de ellas.



Aunque el 16 es un número que me queda ya lejos puedo viajar hasta allí escuchando esta canción. Me identifico con los sentimientos que cuenta y recuerdo situaciones que confirman que ser valiente es aceptarse, no convertirse en lo que los demás quieren que seamos.

domingo, 16 de febrero de 2020

Reconozco

Reconozco que no te cuento lo que me pasa cuando no quiero oír lo que tienes que decirme, sobre todo si la razón la tienes tú.


Mi Otra Yo

jueves, 13 de febrero de 2020

Un número

El mismo número puede significar a veces mucho, poco o nada. Depende de a qué o a quien lo apliquemos, también depende de quien lo tenga en cuenta.
El número 20, por ejemplo.

En la última carta que me ha llegado de la Generalitat Valenciana informándome de los datos de mi última donación he visto que he donado sangre 20 veces en toda mi vida.
Teniendo en cuenta que voy camino de los 43, no creo que haber donado sangre 20 veces sea tanto. Sin embargo, teniendo en cuenta que las mujeres solo podemos donar 3 veces al año y que ha habido años que no he podido cumplir, ese número de donaciones se puede traducir en más de 6 años, que según como lo mires puede ser mucho o poco tiempo.
El número 20 se queda corto para decir cuantas veces oigo al día la palabra «mamá».
20 minutos haciendo según qué ejercicio físico es una eternidad, mientras que esos mismos 20 haciendo otro tipo de ejercicio en los que si son dos personas, mejor que mejor, saben a poco.
Puedo subir 20 escalones sin prácticamente cansarme, pero después de 3 veces 20 ya necesito recuperar la respiración.
Cuando cumplí 20 años creía que eran muchos, que ya era mayor. Ahora me doy cuenta de que era una niña, y a los 43, en algunas cosas, lo sigo siendo.
Ahora pienso que cuando mis hijos cumplan 20, para mí seguirán siendo unos niños, mientras que esos mismos 20 en mí serán dos vidas.
Hace más de 20 años que conocí a mi marido y me parecen pocos. Firmaría por otros 20, como mínimo.

lunes, 10 de febrero de 2020

Piece of your heart

Piece of your heart, de Meduza, también me gusta mucho.




Me parece muy sugerente: tiene poca letra, pero no necesita más.

domingo, 9 de febrero de 2020

Te he soñado

Esta noche te he soñado.
Cuando he abierto los ojos seguías ahí, a mi lado.
¿No he despertado del sueño?
¿Vivo un sueño?
¿Sueño despierta?

Mi Otra Yo

jueves, 6 de febrero de 2020

De pelos va la cosa

La peluquería a la que voy desde hace más de 10 años cierra. No es el fin del mundo, ni mucho menos, ni tampoco una desgracia. De hecho, ya firmaría para que todas las desgracias fueran de este nivel. Pero para mí es una putada.
Soy muy normal, discreta y poco arriesgada en lo que a cortes de pelo se refiere, así que cuando encuentro una peluquera que no corta más de lo que le dices y no intenta convencerte de que te hagas esto y aquello soy fiel hasta el final.
Mis hijos, en cambio, parece que no tienen ningún tipo de problema en experimentar con su pelo. Se lo quieren dejar largo, y acostumbrados como están a llevarlo muy muy corto, están descubriendo lo que es tener que dedicar tiempo a peinarse. Pero debe de ser que creen que lo que no se arregla con un peine puede arreglarse con unas tijeras.
Primero fue el mayor, que un día, después de un rato largo en el baño sale diciendo: 
-«He tenido que tomar medidas drásticas».
-«¡¿No te habrás cortado el pelo?!», le pregunto mientras le miro la cabeza intentando encontrar el trasquilón. Y el trasquilón estaba, pero por suerte no se le nota.
Y unos días después fue el pequeño. Ver el mechón de pelo en el fondo del inodoro y saber quien había sido fue todo a la vez. Aun así pregunté, por si acaso. Y sí, fue el pequeño, me lo dijo su flequillo recto antes que su respuesta. ¿Que si se nota? Por su puesto, pero resulta que al muy granuja le queda bien y todo.


domingo, 2 de febrero de 2020

Conozco la teoría

Conozco la teoría, pero no es suficiente.
Yo diría que se tiene mayor porcentaje de éxito si tienes más intención o actitud que teoría o conocimiento.
¿De qué me sirve todo lo que sé si no hago nada por aplicarlo? Lamentarse no es suficiente, hay que hacer algo con el lamento.

Mi Otra Yo