El momento de la ducha en el gimnasio después de correr.
Los días que no hay que madrugar, el momento de levantarme la primera por la mañana y desayunar tranquila, sabiendo que ellos sueñan apaciblemente.
La paz que siento en el momento en el que desde la cama escucho la conversación de mi marido y mis hijos cuando me acuesto la primera.
En invierno, el momento en el que meto la ropa tendida dentro de casa para que la humedad no la moje más. Me gusta esa sensación de calor de hogar.
Cuando me acuesto, el momento en el que encuentro la postura perfecta a la primera.
El momento en el que el agua de la ducha está tan caliente que siento escalofríos.
El momento al final del día en el que cierro la puerta y estamos todos dentro.
Todos los momentos que me han llevado a este.
Todos los momentos que vendrán.
El momento en el que estoy escribiendo esto.
Cuando me acuesto, el momento en el que encuentro la postura perfecta a la primera.
El momento en el que el agua de la ducha está tan caliente que siento escalofríos.
El momento al final del día en el que cierro la puerta y estamos todos dentro.
Todos los momentos que me han llevado a este.
Todos los momentos que vendrán.
El momento en el que estoy escribiendo esto.