lunes, 22 de julio de 2024

Perder la cuenta

 
Ilustración de naytonmai (@naytonmai). Instagram
 
Me gusta perder la cuenta 
cuando eres tú quien esconde los números.
 
 Mi Otra Yo


lunes, 15 de julio de 2024

Empezar

 
Ilustración de naytonmai (@naytonmai). Instagram

 
 Si con algo tienes que empezar,
que sea conmigo.

Mi Otra Yo


lunes, 8 de julio de 2024

La confianza no debería dar asco

 
Ilustración de Henn Kim (@henn_kimm). Instagram
 
 
Utilizamos la confianza para opinar sin pensar 
y deberíamos de hacerlo para no lastimar a quienes nos provocan ese sentimiento.


lunes, 1 de julio de 2024

Un cuento absurdo que no lo es tanto

Hace menos de un año formé parte de la celebración que Inés hizo por los 400 suscriptores en su canal. Me siento muy feliz de poder decir que también he participado en la celebración de los 600.

 
Inés del Revés

Echad un vistazo al vídeo, por favor, dura cinco minutos de nada y vale la pena. Además, descubriréis una de esas casualidades que tanto me gustan.


lunes, 24 de junio de 2024

Batallas

 

 Ilustración de Peijin (@peijinsart). Instagram


En las batallas conmigo misma
 soy ganadora y perdedora a partes iguales. 
Por eso el resultado siempre es el mismo: 
un aprendizaje constante.


lunes, 17 de junio de 2024

The Rose - Dawn to Dusk Europe Tour

 
Imagen de Internet
 
 
Os hablé de mi encuentro con Dorotea y Chema pero no os llegué a explicar la razón por la que pasé tres días en Madrid yo sola.
El plan era ir al concierto de The Rose con una amiga y de paso estar allí tres días y dos noches juntas, pero con todo comprado, a falta del alojamiento, a ella se le complicaron las cosas y no pudo ir. Una vez supe que iría yo sola, solo me quedaba encontrar dónde dormir; como mi experiencia en el hostel de Barcelona fue tan buena busqué algo de ese estilo y lo que encontré fue un acierto total. 
Así fue como me presenté sola en Madrid. Nada más y nada menos.
 
No tengo muy claro cómo os puede sonar, pero la verdad es que fue una pasada estar yo sola, por y para mí. Quienes llevéis tiempo por aquí sabréis cuánto me gusta la soledad, pero nunca lo había experimentado en estas circunstancias. Lo más parecido fue en el concierto de One Ok Rock en Barcelona y no era lo mismo porque estuve acompañada y fue menos tiempo. Además, me impresionó ver a The Rose por segunda vez en un recinto con aforo para 13.000 personas más.
 
Creo que se tiene tendencia a, cuando somos capaces de hacer algo, cuando «nos superamos» en algún aspecto, aconsejar a todo el mundo que se atreva con cualquier cosa que le dé miedo. Supongo que estamos en pleno subidón y pensamos que si nosotros podemos, el resto también.  
Yo me encontré con el marrón, por así llamarlo. Estaba nerviosa y emocionada cuando creía que iría acompañada, pero pasé a estar histérica y acojonada cuando descubrí que iría sola. Podría haberme quedado en casa, por supuesto, pero no lo hice porque no quise, porque en ESE MOMENTO, estaba preparada. Si no lo hubiera estado, habría dado igual que me hubieran animado o apoyado, porque no hubiera sido el momento.
Lo hice, sí, pero de no haber sido así, tampoco habría pasado nada. Lo hice con miedo; con un miedo que me preguntó varias veces si estaba segura, si era necesario, qué pintaba yo allí y si valía la pena el mal rato.
¿Sabéis qué? Valió la pena.
Ese mal rato que os digo fue un pulso conmigo misma que gané; un grano de arena en el desierto; una gota de agua en el océano. No lo olvido, por supuesto, y tampoco quiero hacerlo.

Me siento tan orgullosa de mí que no me lo creo; estoy tan irreconocible que entiendo la sorpresa del resto cuando se enteran de las cosas que hago últimamente. Y no es para menos, ni yo misma me reconozco.



lunes, 10 de junio de 2024

Excusas


Imagen de Random Box (@randomboxhere). Instagram

Tengo muchas cosas que contar. ¿Qué me lo impide? Primero era la falta de tiempo, después que había pasado el momento, más tarde, que no podía hacerlo como tenía pensado en un principio y claro, eso me bloqueaba... Sí, ya sé lo que estás pensado: todo son excusas.
He llegado al punto en el que lo único que me queda es reconocerlo y avergonzarme, a ver si así me pongo las pilas y escribo algo.