Segunda opción

 

Ilustración de @bettipigna. Instagram
 

¿Qué puede salir mal? Todo.

¿Qué puede salir bien? Todo.

Pues elijo la segunda opción. 

 

Mi Otra Yo 

 

El banco azul

Imagen de Internet

 

¿Qué puede tener de especial el banco de un parque? Mucho, tanto como esos otros objetos que nos parecen insignificantes pero que son testigos mudos de momentos importantes de nuestra vida. Este en concreto es de color azul, tono que resalta en cada una de las ilustraciones como complemento de unos dibujos finos y bonitos.

Esta historia hace pensar en cuántas cosas tenemos a nuestro lado que ya estaban cuando llegamos y que seguramente seguirán aquí cuando nos hayamos ido. Que además de estar de paso lo hacemos de una forma muy breve y a la vez muy plena si somos conscientes de lo que nos rodea.

Otro cuento en la sección infantil que me hace pensar en cuántas cosas nos perdemos por no estar en el lugar adecuado. Una historia que pasará desapercibida para los niños a no ser que se sientan atraídos por las ilustraciones o que el adulto que los acompaña sepa ver que hay algo más que un libro para entretener.

 

 

Hablemos de gente buena

 

Ilustración de 9jedit. Instagram 

Me he dado cuenta de que busco el desahogo de lo que me hace sentir mal, de lo que no me gusta o con lo que no estoy de acuerdo. Quiero ser más consciente de eso para dejar de hacerlo o por lo menos para empezar a hacer lo contrario. Quiero hablar también de gente buena. De cómo hay personas que lo hacen todo más fácil y consiguen que no pienses en que al día siguiente tienes que ir al trabajo como si tuvieras que ir a tu propia ejecución. Porque esa gente existe. 

He podido comparar y creo que quien dijo que las comparaciones son odiosas es porque salía perdiendo.

No voy a poner nombre a quien me ha hecho sentir mal, pero sí que quiero mencionar a la persona que me ha demostrado que se puede hacer lo mismo con respeto y educación. Porque aunque Nacho es peculiar, un poquito raro y bastante extravagante también es agradable, gracioso y un gran compañero de trabajo.

El secreto de la flor que volaba

Imagen de Internet

Para mí este cuento debería de estar en la sección juvenil de la biblioteca o quizás en la de adultos, pero no en la infantil, que es donde lo encontré.

Pese a que el tema que trata es importante yo creo que es difícil de explicar a los pequeños y que es complicado hacerles llegar el mensaje. Aunque tiene poco texto mucho del vocabulario utilizado necesita de explicación para la mayoría de los niños, lo que les hace perder el hilo de la historia. Y las ilustraciones tienen una belleza que solo pueden entender y apreciar unos ojos adultos. En mi opinión.

¿No os ha pasado ver algo precioso en algún lugar que ha perdido toda esa belleza cuando os lo habéis llevado a casa para poder seguir disfrutándolo? Pues en este cuento ese algo precioso son las mariposas que reflejan los colores de la naturaleza pero que se vuelven transparentes cuando nacen en un lugar donde no hay colores que plasmar.

Esta vez

Ilustración de @guweiz. Instagram

Esta vez la palabra «no»

 no es una opción.

 

Mi Otra Yo 

Inquieta

 

Imagen de Internet
 

«Muchas maneras. Las cosas se pueden hacer siempre de muchas maneras».

 

Una frase estupenda para enseñarle a los niños que no tienen que ser como los demás y que su forma de hacer las cosas es tan válida como la de cualquier otro.

¿Qué he descubierto yo con este cuento? Que con el paso de los años he pasado de esforzarme por enseñar esto a mis hijos a contradecirme. Que en demasiadas ocasiones les sugiero o intento hacerles ver que hay otras maneras más rápidas, eficaces o convenientes de hacer las cosas. Para mí, claro.

 

Este cuento me ha hecho darme cuenta de que hace demasiado que no me paso por la sección infantil de la biblioteca. He disfrutado de unas imágenes y un texto que combinan a la perfección; de unos colores que atrapan y de un mensaje muy necesario. Contiene una enseñanza para los niños y un recordatorio para los adultos.

¿Quieres un abrazo?

 

Ilustración de Henn Kim. Instagram

 

—¿Quieres un abrazo? —preguntó él.

—Sí —respondió ella a la pregunta  y a ese gesto de brazos extendidos.

 

Nadie fuera de esa caricia puede imaginar cuánto trabajo hay por parte de ella y cuánta paciencia por parte de él.

El esfuerzo y la espera han valido la pena, por eso el abrazo es también un «gracias» a ese consuelo y un reconocimiento a esa confianza. 

Mi Otra Yo