lunes, 27 de febrero de 2023

La mujer del pelo rojo

 

Imagen de Internet

El padre de Cem Bey los abandona a él y a su madre siendo un niño. Eso hace que ya de adolescente se obsesione con la tragedias de Edipo Rey y de Rostam y Sohrab. En la primera el padre muere a manos de su hijo, en la segunda es el hijo quien muere a manos de su padre.
Durante su adolescencia, Cem Bey sustituye la figura de su padre por la del maestro pocero con el que trabaja durante un mes. Tiempo que le marcará para siempre y que determinará la forma en la que morirá.


Este libro me ha recordado a El año de gracia por lo raro que me ha parecido.
Su lectura me ha resultado larga y en ocasiones pesada, por eso he saltado algunas partes. ¿Por qué no he dejado de leerlo entonces? Pues porque en las dos ocasiones que me he decidido a hacerlo ha pasado algo en la historia que tenía que saber sí o sí cómo terminaba. Así que al final lo he terminado.
Aunque considero que no es malo, no es un libro que yo recomendaría porque no lo he disfrutado, eso sí, tengo que darle el mérito de lo bien desarrollada que está la historia para conseguir que el protagonista se termine convirtiendo en uno de los personajes de las tragedias que tanto lo han obsesionado durante toda su vida.
 
Este fue el libro a comentar en el Club de Lectura en enero. A ver qué nos tienen preparado para febrero.


 

jueves, 23 de febrero de 2023

Voy a intentarlo

 
Ilustración de @endmion1. Instagram
 
No sé si lo conseguiré,
pero voy a intentarlo. 
 
Mi Otra Yo
 

lunes, 20 de febrero de 2023

Para Maki

Tengo un problema con Maki al que no le quiero encontrar solución. Cuando busco una canción que dedicarle son demasiadas las posibilidades que tengo: unas porque le gustan a ella, otras porque me gustan a mí y la mayoría porque nos gustan a las dos. 
A Maki la conocí durante la pandemia, cuando mi gusto por los dramas coreanos me llevó a interesarme también por los japoneses y la música asiática. Entre mejicanas, argentinas y de varias nacionalidades más éramos las únicas españolas en un grupo de mujeres que se encargaba de crear contenido sobre dramas coreanos, japoneses y chinos, principalmente.
Ahí descubrí cuánto había subestimado el trabajo que hay detrás de esas imágenes, vídeos, traducciones y mil cosas más que circulan por Internet hechas por fans.
Nuestra colaboración en ese grupo se convirtió en una amistad que todavía hoy mantenemos y que espero sea para siempre. Ella es la mejor amiga de una parte de Mi Otra Yo que nadie más conoce. Este año por fin hemos podido reducir los 900 kilómetros que nos separan y conocernos en persona en Valencia. Hablamos tan a menudo que el día que pasamos juntas parecía uno más por lo al tanto que estamos la una de la vida de la otra. Creo que nunca había estado tan cómoda con alguien a quien veía en persona por primera vez.
 
Por el ritmo que tiene, porque es buenísima y porque las dos sabemos todo lo que hay detrás del disco de RM, le dedico esta canción.

Still Life MV - RM with Anderson .Paak

jueves, 16 de febrero de 2023

Cuando lo familiar resulta extraño

 

Donde yo vivo se habla valenciano, castellano y «xapurreao», que es una mezcla de los dos anteriores y el catalán, que nos pilla muy cerca. En Zaragoza se habla castellano con un acento muy particular, muy de ellos. Aunque estoy acostumbrada a ese acento porque son muchos años ya conviviendo con un maño, la verdad es que cuando estoy allí a veces me satura un poco.
En alguna ocasión, estando en la capital de Aragón, nos hemos cruzado con alguien cuyo idioma nos resultaba tan familiar que nos parecía hasta extraño. Y siempre nos ha pasado igual, sentimos que hay algo fuera de lugar pero nos cuesta identificarlo. Es entonces cuando caemos en que esas personas con las que nos acabamos de cruzar hablan en valenciano, el idioma que escuchamos a diario en casa.
 
 

lunes, 13 de febrero de 2023

Alice in Borderland


Imagen de Internet
 
Tres amigos que huyen de la policía se esconden en los baños del metro. Cuando salen de su escondite preocupados por lo que parece un apagón se encuentran con que el cruce de Shibuya, donde habían estado unos minutos antes, está vacío.
Sin entender lo que está pasando y siguiendo las indicaciones de las pantallas luminosas que encuentran a su paso terminan siendo los participantes de un juego en el que quien pierde, muere.


 
Imagen de Internet
 
 
La primera temporada me gustó mucho y disfruté el argumento, aunque no lo encontré demasiado novedoso. Además, conocía a algunos de los actores y eso siempre me anima cuando me decido a ver algo.
Me quedé con ganas de más, así que esperaba impaciente la segunda temporada. Pero ha resultado ser un claro ejemplo de aquello de «segundas partes nunca fueron buenas».
El argumento sigue siendo el mismo y la mayoría de protagonistas también, pero lo poco que he visto se me ha hecho pesado y aburrido, además de encontrar varias cosas sin sentido, así que no terminaré de verla.
La estaba viendo doblada al español —siempre la veo en versión original y subtitulada— y tengo que decir que le quita mucho encanto. Un detalle más que añadir a los que han hecho que la abandone.
Aun así os recomiendo la primera temporada, sobre todo a los que habéis visto el drama coreano El juego del calamar.

 
 

jueves, 9 de febrero de 2023

Suerte

 

 
Yo siempre tengo suerte.
Aunque a veces no sea buena.
 
Mi Otra Yo 
 
 

lunes, 6 de febrero de 2023

Club de Literatura Asiática

 
Imagen de Glady de la Cruz.
 
Hace tiempo que sigo la cuenta de Glady en Instagram, por lo que cuando a principios de enero publicó que creaba un club de lectura asiática, leí todas las ventajas que ofrecía y descubrí que el primer libro de la lectura conjunta sería Las ballenas de 52 hercios, no me lo pensé y me apunté. 
Me había comprado el libro estas navidades porque hacía tiempo que iba detrás de él, ya que todas las reseñas y opiniones que había leído eran buenas. Poder compartir mi opinión y comentar con otras personas a las que también le gusta esta literatura mis observaciones me hizo mucha ilusión.
El Club de Literatura Asiática está en Telegram y consta de varios grupos además del de lectura conjunta. Glady lo ha organizado todo para que podamos hablar de literatura del Sur y Sudeste Asiático, literatura japonesa, literatura coreana, literatura de Asia Occidental y Central, literatura china, cine y series y presentarnos al resto de los miembros, todo de forma ordenada y clara.
Estoy descubriendo más libros y autores de los que podría haber imaginado nunca. Definitivamente mi lista de lecturas pendientes nunca estará a cero.
 
Como ya sabéis hace años que formo parte de un club de lectura en el que nos reunimos una vez al mes. Allí comentamos el libro una vez leído, por lo que la valoración es más general en el sentido de que tenemos una visión total de la historia.
En el club de lectura que ha creado Glady tenemos metas semanales, eso quiere decir que solo podemos comentar hasta ese punto, sin desvelar nada más en caso de que alguien vaya más adelantado en la historia. Y aunque me cuesta contenerme y no leer más, me está pareciendo muy interesante la experiencia. Tener que centrarme solo en unas partes del libro sin saber qué sucede a continuación me obliga a fijarme en detalles que de hacer mi valoración una vez terminada la lectura quizás los pasara por alto.
Leer las impresiones del resto, comparar teorías, coincidir con algunas personas en sus opiniones y debatir con otras. Un libro del que podemos hablar con los demás —independientemente de que nos haya gustado más o menos— siempre deja más huella.
 

jueves, 2 de febrero de 2023

Joven encapuchado


Ilustración de Peijin (@peijinsart). Instagram

A no ser que haga frío, que esté lloviendo o que quieras ocultarte por algo, no entiendo lo de llevar la capucha puesta todo el día. Y cuanto mayor es la persona que la lleva menos lo entiendo. Será que a mí me molesta llevar cualquier cosa en la cabeza.
Bueno, pues tengo un jovencito de 12 años en casa que menos cuando se sienta en la mesa a comer y en clase —porque no le dejan— la lleva todo el día puesta.
 
—¿Por qué llevas todo el día la capucha puesta? —le pregunto, a ver si descubro la razón.
—Porque me gusta —ahí está la razón.