¿Creéis que se puede adivinar el sexo de un escritor o su nacionalidad por cómo está escrito un libro? Yo creo que en ocasiones sí.
A veces la temática es la primera y más evidente pista, pero después está la sensibilidad, el punto de vista, los detalles, lo directo o sutil del lenguaje.
Quizás porque últimamente me estoy centrando más en autores japoneses y coreanos, porque mi mente e incluso mi cuerpo me piden algo diferente a lo que había leído hasta ahora, porque hace tiempo que la gran mayoría de lo que veo y escucho es asiático... Sea por lo que sea, necesito lo que este «tipo» de lectura me hace sentir.
Almendra es una novela que nos cuenta de una manera muy sencilla cómo siente, o mejor dicho cómo no siente, el protagonista.
Imagen de Internet
«El diagnóstico de los médicos fue alexitimia, que es la incapacidad para expresar los sentimientos. No podía ser síndrome de Asperger por lo claros que eran los síntomas y por mi escasa edad. Además, no representaba otros problemas de desarrollo, así que descartaron cualquier trastorno autista. En realidad, lo que tengo no es tanto incapacidad para expresar sentimientos como dificultad para sentirlos. No tengo problemas para armar frases o comprenderlas, como les ocurre a las personas que tienen dañadas las áreas de Broca y Wernike, implicadas en la producción del lenguaje. No experimento del todo los sentimientos, ni tampoco puedo leerlos correctamente en los demás y confundo unos con otros. Los médicos concluyeron que había nacido con las almendras de mi cerebro demasiado pequeñas y que, además, no había una comunicación fluida entre el sistema límbico y el lóbulo frontal».Las amígdalas cerebrales de Yunjae son demasiado pequeñas, por eso el día que pierde a su madre y su abuela no solo pierde a esos dos familiares, también pierde a las personas que le han ayudado hasta ahora a interpretar a los demás. Afortunadamente y casi contra todo pronóstico conoce a tres personas que cada una a su manera lo guían y lo ayudan a seguir creciendo y desenvolviéndose entre el resto del mundo.
Se supone que es un problema y una carga no poder saber el porqué de las reacciones y los sentimientos de los demás, por eso me parece muy interesante la explicación que le da su amiga de porqué a veces lo contrario tampoco es bueno:
«Mira, no siempre es bueno llegar a comprender los sentimientos. A veces pueden ser muy traicioneros. El mundo te parecería completamente diferente si los tuvieras. Te darías cuenta de que aun las cosas más pequeñas que te rodean pueden herirte como armas afiladas, que una palabra o una expresión de cara pueden pincharte como espinas. Pongamos los guijarros de la calle. No pueden sentir, pero tampoco pueden ser dañados porque no son conscientes de nada. Pero, si se dieran cuenta de que son pateados, pisoteados, aplastados y rotos cientos de veces al día por la gente, ¿cómo crees que se sentirían?».
Me gustan las descripciones sencillas que con pocas palabras logran que imagines una escena a la perfección o que puedas ser capaz de sentir lo mismo que sus personajes porque creo que es sumamente difícil conseguir eso.
«A veces lo que abre el apetito no es tanto el sabor de la comida como el ambiente que lo rodea a uno».
«Goni lanzó una interjección de fastidio e hizo un brusco movimiento con la cabeza haciendo sonar los huesos del cuello. A continuación, empujó uno y otro lado del interior de sus mejillas con la lengua, esbozó una sonrisa sardónica y finalizó con un escupitajo».
«Era un ser que manifestaba su dolor con todo el cuerpo».
«Me costaba reconocer que lo que más me gustaba era lo que peor se me daba».
«Mi cuerpo se estaba desarrollando más rápido que mi cabeza, pero lo sentía inútil y molesto como un abrigo en pleno verano».
«Lo vi tan atemorizado que comprendí lo que quería decir "muerto de miedo". Tenía la expresión de alguien que trata de respirar desesperadamente en un lugar sin oxígeno. Así me miraba».
Esta novela ha tenido muchas de esas descripciones sencillas, aquí os he dejado solo unas pocas.
Os recomiendo la lectura de este libro no solo por el tema del que trata, sino también por la sensibilidad y sencillez con la que lo aborda.
Este ha sido uno de esos libros en los que he marcado muchos pasajes. De unos más, de otros menos, siempre hay algo que me interesa recordar de casi todos los libros que leo, ya sea una palabra, un concepto, una frase bonita o interesante... Pero en este había párrafos enteros que quiero tener la posibilidad de volver a leer siempre que quiera.
Durante todos estos años he pasado por varias fases a la hora de marcar lo que me interesa de los libros que tengo porque no me gusta rayarlos. Al principio apuntaba en una hoja el título del libro y después la página y la línea en la que se encontraba lo que me gustaba. Durante un tiempo subrayé lo más flojito que podía (con lápiz, por supuesto) para que se viera pero sin dañar mucho la hoja las líneas, pero no me sentía cómoda. Ahora utilizo paréntesis porque se pueden ver bien y no tengo que rayar demasiado.
Hace tiempo que he visto en Internet que hay quien utiliza post it de colores y me parece curioso cómo queda el libro después porque a simple vista puedes apreciar si has marcado muchas cosas o no.
¿Vosotros marcáis los libros? ¿Cómo lo hacéis?