Contigo no existen las mariposas en el estómago, ni siquiera ese calor tibio que te invade el pecho.
Contigo nada aletea en mi interior, sin embargo una punzada de placer invade la parte de mí que más te echa de menos.
Contigo todo empieza más abajo con ese ardor húmedo que se extiende al resto del cuerpo arrasando cualquier muestra de pudor.
Contigo los besos siempre me parecen cortos
y las caricias pocas.
Contigo inventé un idioma de suspiros y gemidos, susurros y roces.
Contigo no existe un antes ni un después,
contigo es un ahora infinito.
Contigo, dejarse llevar es una ley no escrita
y resistirse, una pérdida de tiempo.
Contigo he hecho todo lo impensable
y nada de lo que tenía planeado, por eso...
la única condición de dedicarnos el tiempo que nos apetezca nos permite gozar sin remordimientos.
Mi Otra Yo