Seon-gyeong es una psicóloga forense a la que se le presenta la oportunidad de entrevistarse con el asesino en serie Lee Byeong-do. Casi al mismo tiempo y a causa de un incendio un tanto extraño, va a vivir con ella y su marido la hija del primer matrimonio de este.
La convivencia con la niña es difícil desde el primer día y descubrir que su marido no le había contado toda la verdad sobre su anterior familia no ayuda a que Seon-gyeong pueda centrarse ni en el trabajo ni en encontrar la forma de que la niña la acepte.
La novela me ha gustado, pero había oído hablar tan bien de ella que me esperaba más. Está bien escrita y te mantiene atenta a la trama, pero siento como si le faltaran cosas y le sobraran otras. Cosas que no puedo comentar sin hacer spoiler, así que mejor no digo nada más.
Lo que más me ha gustado es lo inesperado del final y cómo ha ido atando cabos y descubriendo detalles que en un principio no me habían parecido importantes para la historia.
Algo que me sorprendió mucho cuando empecé a ver dramas y leer libros coreanos es lo normal que parece en esa cultura el que uno de los progenitores abandone a la familia —y se desentienda totalmente— para iniciar una nueva vida.
Ya me he acostumbrado a esa situación, pero sigo sin entenderla.
«Él se sentía mal por su hija,
pero no podía más que reconocer que durante los últimos meses no había
pensado en ella en absoluto. En realidad, su conducta respecto a la
niña fue siempre la misma, aun cuando vivían juntos. No era que no la
quisiera, simplemente que siempre tenía mucho trabajo en el hospital y
al regresar a casa solía caer muerto en la cama sin tiempo ni ganas de
pasar un rato con su hija. Incluso viviendo en la misma casa, solía
verla cada dos o tres días y jugar con ella solo de vez en cuando».
Todos sabemos cuánto puede marcar la figura de una madre en nuestras vidas.
«Sí. El primer recuerdo que
tengo desde mi nacimiento es aquel pataleo por el dolor agudo que
sentía, debajo de la almohada con la que mi madre me aplastaba. Te
imaginarás cómo ha sido mi vida desde entonces, ¿no?».
«Una hija se contagia de todo
el sufrimiento y la desesperación de su madre. Y por mucho que la
hubiera empujado y le hubiese roto la pierna, veía la situación desde la
perspectiva de su madre, a quien consideraba más débil».
Hacía mucho tiempo que no leía un thriller, y la verdad que los autores que me vienen a la mente sin pensar demasiado dejaron el listón muy alto: Henning Mankell, Camilla Läckberg, César Pérez Gellida, María Dolores Redondo... Mientras escribo sus nombres me surge la duda de si escriben novela negra o thriller, porque sé que son diferentes géneros pero si lo pienso no tengo muy claro cuáles son sus diferencias.
Lo he buscado en Internet y he encontrado un vídeo que ha resuelto mis dudas, os lo dejo a continuación por si a alguien le pasaba como a mí.
Aun con lo que he dicho más arriba de que me esperaba más, os recomiendo la lectura de esta novela, ahora depende de vosotros. Por suerte es una elección sin consecuencias drásticas.
«Nadie nace porque quiere, pero vivir o dejar de hacerlo es algo que depende de la voluntad de cada uno».