jueves, 24 de febrero de 2022

Promesas


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Las promesas que nos hacemos a nosotros mismos son las más difíciles de romper porque nos han vendido la idea equivocada de que una promesa no debe de romperse nunca. Las promesas, sobre todo las que hacemos cuando estamos heridos, no deberían de tener tanto peso en nuestra conciencia. Las hacemos para no volver a sufrir, en un momento concreto y por unas circunstancias muy precisas. Es imposible que todo eso se repita, así que no tiene sentido aferrarse a una promesa que pertenece a otro tiempo, otra persona, otra situación.
Aunque es comprensible.
Buscamos algo a lo que aferrarnos que nos dé seguridad y un punto de referencia. Un lugar en el que escondernos cuando tenemos miedo, una certeza en la que basarnos cuando dudamos. 

Mi Otra Yo

24 comentarios:

  1. A veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos cadenas.

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    1. Pues sí. Parece que no tenemos suficiente con las que nos ponen los demás.

      Besos.

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  2. No hay peor cosa que sentirnos esclavos de nuestras propias palabras y por lo tanto promesas. Me parece muy acertado tu texto. Un besazo

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    1. Tendríamos que ser más comprensivos con nosotros mismos.

      Besos.

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  3. No conviene aferrarse a nada. Un beso

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    1. Sería lo mejor Susana, pero la sensación de tener algo a lo que aferrarse a veces nos hace sentir seguros.

      Besos.

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  4. A mi me
    pasa que
    prometo
    hacer algo
    cuando todo
    va mal, y
    digo cuando
    pueda, voy
    a tal sitio,
    por decir un
    ejemplo, luego
    todo mejora y
    se me olvida,
    eso si, la
    visita
    pendiente a
    mi barrio
    donde me
    crié, no
    me va quitar
    nadie esa
    idea, es
    una deuda
    moral
    que tengo.

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    1. A veces no está en nuestra mano poder cumplir ciertas promesas o deudas. Está bien que lo intentemos, pero tampoco tenemos que ser demasiado duros con nosotros mismos si hay factores externos que nos impiden cumplir nuestra palabra.

      Besos.

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  5. Hola!! promesas, armas de doble filo. No soy de prometer casi nada, pero cuando lo hago si que me pongo a pensar y pensar y siento que me ato de alguna manera y a veces pues puede acabar mal.

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    1. Es que la mayoría de las veces las promesas se hacen sin pensar, por un impulso, y es muy complicado estar después a la altura de ese compromiso.

      Besos.

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  6. es verdad, en el pasado éramos más jóvenes e inexpertos, y nuestras circunstancias eran diferentes. por eso no debemos ser demasiado duros con nosotros mismos a la hora de juzgar lo que hicimos o dijimos en el pasado...
    besos!!

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    1. Algo bueno había de tener cumplir años y acumular experiencia Chema ;-)

      Besos.

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  7. ¡Cómo nos gustan las certezas! Pareciera que las hemos conocido alguna vez y nada que ver... Toda promesa es renegociable e incluso cancelable.
    Las promesas de las que hablas me suenan más a juramento.

    Besos

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    1. ¿Y hay algo cierto Alís? A veces pienso que no, la verdad.
      Lo único que debemos de dar por hecho es que nada lo es.

      Besos.

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  8. Suelo prometer más a otras personas que a mi misma.

    Buena reflexión la que haces.

    Besos

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    1. Yo intento no prometer, prefiero decir que lo intentaré.

      Besos.

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  9. Las promesas que me hago a mí mismo sí me las salto si es necesario. Con los demás tengo más cuidado para que no pierdan la confianza que me tienen. Aunque es cierto que por eso hay que prometer menos o mesurar más lo que prometes. Otra interesante reflexión de tu incansable mente. Besos y buen fin de semana.

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    1. Si hay que prometer hay que hacerlo con la cabeza fría y aun así tener en cuenta que quizás no dependa de nosotros poder cumplirlo.

      Besos y buen fin de semana para ti también.

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  10. Me parece una actitud muy acertada Mari Carmen.

    Besos.

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  11. Creo que es algo natural hacernos promesas a uno mismo cuando algo nos afecto demasiado, pero también es difícil cumplirlas somos seres que nos encanta tropezarnos con la misma piedra pero eso nos hace crecer como persona.

    Un besote desde Plegarias en la Noche.

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    1. Con el ánimo de mejorar a veces las promesas nos salen solas, sin pensar. El problema viene cuando hay que cumplirlas.

      Besos.

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  12. La autoestima es importante Julio David. Hay quien no hace promesas a los demás porque se las hace todas a uno mismo.

    Besos.

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