domingo, 10 de agosto de 2014

Finales felices

Algunos libros me parecen más fáciles de leer, se me hacen más ligeros, y aunque sus finales no sean perfectos, sí que son felices.
En esta categoría incluyo,"El club de los viernes se reúne de nuevo", de Kate Jacobs, y que es la continuación de "El club de los viernes". Lo he encontrado más ligero que el primero, que además de gustarme mucho, me dejó una sensación tremenda de historia inacabada, por lo triste e inesperado del final de la protagonista principal. Y si tengo que decir cual me gustó más, me quedo con el primero, aunque me dejara un mal sabor de boca, aunque haya sido el segundo el que ha cerrado la historia con un final feliz.

Lo que más me gusta de los libros que he leído de Kate Jacobs (a los arriba citados tengo que añadir el de "Amigas entre fogones") es como consigue crear siempre ese ambiente de lealtad, apego, cariño, de tribu, al fin y al cabo.
En estos tres libros la autora habla de equivocaciones, de descubrir en lo que nos hemos equivocado e intentar enmendar nuestros errores, de aprovechar las oportunidades y el tiempo que pasamos con la gente que queremos, de la amistad, del amor, del apoyo incondicional.

De este último, además, he tomado nota de algunas frases, algunas reflexiones que expresan perfectamente lo que yo a veces no acierto a explicar.

"Lo más duro era saber que parte de lo que Mitch decía era cierto. Rosie empezaba a verse superada por las cosas. No podía mantener el ritmo que llevaba antes ni hacer las tareas ella sola. "Es demasiado." Esto es lo que dice la gente. Es demasiado. Sin embargo, el momento en el que por fin admites que es demasiado, probablemente llegue mucho, mucho después de lo que debería haberlo hecho." A mí me suele pasar, y es que lo intentas hasta el último segundo, hasta el último aliento, para a veces descubrir que con eso no puedes tú sola, que necesitas ayuda. Pero sigo siendo del pensamiento de intentarlo hasta el último momento, y no por no pedir ayuda, o por orgullo, sino porque siempre he intentado valerme por mí misma. De todas formas, que el momento de admitir que es demasiado llegue más tarde de lo que hubiera sido preferible, no tiene porque significar que ya no se pueda pedir ayuda. A veces, nunca es demasiado tarde.

"Stan parecía un hombre muy fuerte y sensato; tenía respuesta para todo, cosa que al principio la reconfortaba, en años posteriores la divertía y que al fin acabó siendo un poco molesta a veces." Esto me ha hecho gracia, y he visto que en algunos aspectos es verdad. La vida en pareja puede "hacerse" muy larga, y nosotros podemos cambiar mucho durante esa vida juntos. El caso es saber acoplarse, y en vez de estancarse en los detalles que no nos gustan, tener siempre presente los baches superados y la experiencia adquirida. Admirarse de cómo hemos ido cambiando para poder acompañarnos durante todo el tiempo que dure la travesía.

"En ocasiones, dar un solo paso en una dirección, en cualquier dirección, bastaba para hacer que pareciera que la vida estaba volviendo a encarrilarse." Por supuesto que es dar el paso, pero lo primero es tomar la decisión, y ya con el primer paso, parece que todo se encarrila.

"Quizá hubiera sido mejor elegir un entorno más aislado para abrir su corazón a la anciana que había sido mentora de Georgia, pero a veces lo más importante es lo que se dice y no dónde se dice, ¿no?." Totalmente de acuerdo.

"En ocasiones, el gran alivio de desahogarse sólo sirve para aumentar la carga de otra persona." Lamentablemente. No se escuchar a alguien sin aumentar mi carga.


Hacía mucho tiempo que tenía esta entrada para terminar, y en ese tiempo he podido leer la última entrega del club de los viernes, "Celebración en el club de los viernes". Para mí, con el segundo libro podrían haber terminado la historia, este tercero casi que sobraba. y me reafirmo, el libro que más me ha gustado es el primero.

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