martes, 11 de junio de 2019

El conductor de autobús

Mi marido es de Zaragoza capital, y más de una vez me ha comentado, basándose en su experiencia, lo cabroncetes que pueden llegar a ser los conductores de autobús allí.
El caso es que vivimos en una ciudad relativamente pequeña. De esas en las que mucha gente de capital se compra un piso para veranear. Gente de capital que huye de su ciudad y vienen aquí a intentar gobernar y arreglar lo que ellos creen que no funciona. "Porque oye, yo soy de «lamejorciudaddelmundomundial», donde las cosas se hacen así y asá" , "hazme caso, que aquí no tenéis ni idea", y unas cuantas sentencias más, pero al final, aquí están.
¿Será que esa «lamejorciudaddelmundomundial» no tiene playa? ¿ni sol y buen tiempo todo el año? ¿que lo más cerca que puedes aparcar de tu casa es a dos manzanas? ¿que en invierno no puedes tomarte nada en una terraza porque te mueres de frío y en verano te mueres de calor?

Bueno, yo quería hablar de los conductores de autobús y al final me he liado.

Hoy he visto a una señora, de un grupo de 6 personas mayores, corriendo porque perdía el autobús. De hecho, el autobús ya se había incorporado a la circulación después de poner el intermitente a la izquierda. Cuando todavía tenían que cruzar una calle para poder llegar al lado en el que estaba la parada el conductor los ha visto. ¡¿Y qué ha hecho?!
¡Sí, señoras y señores! El conductor de esta pequeña ciudad en la que todo va mal para esa gente que sabe y entiende de las capitales pero que vienen aquí a pasarse todo el verano y plantar la sombrilla en la playa a las 7 de la mañana y dejarla ahí hasta que bajan a las 9, ese conductor, ha vuelto a poner el intermitente a la derecha y se ha apartado de la circulación para esperar a esas 6 personas que han llegado con la lengua fuera y que entre todas debían de sumar más de 400 años.
Así que no he podido evitar acordarme de mi marido, de Zaragoza y de los conductores de autobús que aceleran cuando te ven llegar corriendo o te cierran la puerta en las narices.
Y bueno, pues que me alegro de vivir en un sitio  en el que aunque no es el que me vio nacer, es en el que he formado mi familia y en el que han nacido mis hijos. Y que sí, que tiene muchas cosas que se pueden mejorar, pero no quiero dejar de ver esas de las que podemos estar orgullosos.

6 comentarios:

  1. Pues mira, mejor así, que para malos nodos hay mucha, muchísima gente.

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  2. Pues mira, yo he visto de todo: desde el conductor que me deja en otra esquina porque sabe que me queda más cerca, hasta uno en Firenze que sacó la mano por la ventanilla y me tocó el culo (ahí los conductores están más bajos).

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    1. Joder, está claro que algunos hombres pueden hacer más de una cosa a la vez (ya sé que no hay que generalizar), pero lo de conducir un autobús y tocarle el culo a alguien no pensé que pudiera ser compatible.
      De hecho todavía me cuesta imaginármelo, así que tú te debiste quedar a cuadros.

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  3. Hola amiga . gracias por tu visita lo primero muakk..y si hija hay de todo y todos creemos saber de todo y lo mejor es cada uno en cada o ciudad sabe lo que pasa y jode mucho que vengan de fuera y quieran modificar las costumbres , eso por un lado y esa acción tb la he visto cuando iba a trabajar de parar y otros acelerar , pero eso queda en como sea la persona se refleja en su trabajo tan bien ..Un fuerte abrazo y repito muchas gracias por tu visita espero que nos leeamos mucho más ..buen domingo .

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    1. Gracias a ti también por tu visita, Campirela.
      Y feliz inicio de semana.
      Besos.

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