Cada día, a las 7:15h de la mañana, cruzan las miradas cuando ella pasa corriendo por la terraza del bar en el que él se está tomando un café.
Él se va de casa temprano, mientras el resto duerme; necesita organizar sus ideas y pensamientos y ese es el momento que ha encontrado antes de empezar el día en el trabajo y que todo sea un no parar. Un no poder volver a casa a comer, pasar doce horas fuera y que a la llegada lo asalten a preguntas y reclamos. Él quisiera atender, tener ganas, pero no puede, ni física ni mentalmente, y saber que lo necesitan lo agobia más todavía.
Ella tiene uno de esos trabajos sin horarios ni sueldo, en el que tú te organizas y eres tu jefa, aunque dependes de los horarios de los demás, de su necesidades y cosas que hacer para organizar tu día. Podría estar durmiendo como el resto de la su casa, pero necesita ese cansancio extremo para que el cuerpo se active y la mente se oxigene de cosas suyas, diferentes a las que están por venir.
Se miran y los dos piensan «¿qué necesidad tendrá de estar por ahí a estas horas?», sin darse cuenta de que es la misma.
Mi Otra Yo
Has dibujado una estampa cotidiana, muchas veces cuando voy hacia el trabajo por la mañana suelo fijarme en la gente y me pregunto ¿estarán contentos, dentro de lo que se puede estar, con sus vidas?
ResponderEliminarSolemos cruzarnos con mismos pensamientos, mismos sentires, mismos padecimientos pero en carcasas diferentes.
Un beso.
«Dentro de lo que se puede estar»... quizás ahí esté la clave. Siempre habrá algo por mejorar, pero también algo que agradecer.
EliminarBesos.
Cuando se cruzan miradas con uno misma no se da cuenta, hasta ese punto de inflexión que dices.Si soy yo!!
ResponderEliminarLa vida cotidiana la del día a día transcurre como algo autómata y sin darnos cuenta se nos va nuestras ilsuiones pero quedan experiencias.
Un abrazo y que tu semana semana como tú la dibujes.
Vamos demasiado rápido y queremos hacer demasiadas cosas, por eso cuando queremos darnos cuenta se nos pasó el tiempo de disfrutarlas en el momento.
EliminarBesos y feliz semana Campirela.
En el fondo todos tenemos las mismas necesidades, aunque se disfracen con distinto ropaje.
ResponderEliminarMe gusta cómo construiste la historia
Besos
Así de sencillo como lo dices Alís, todos tenemos las mismas necesidades, pero parece que nunca lo tenemos presente.
EliminarBesos.
Una estampa bien reflejada que pasa todos los días a todas las horas, cuántas veces todos en algún momento nos preguntamos fijándonos en alguien ¿qué necesidad tendrá de estar ahí a esas horas? mientras alguien está pensando lo mismo de nosotros...
ResponderEliminarBss
Hola Mariamasde50. Bienvenida.
EliminarAl final, va a resultar que no somos tan diferentes 😉
Besos.
admiro a la gente que trabaja muchas horas sin quejarse. ahora bien, a los que se quedan en la oficina hasta las mil aunque no estén haciendo nada, sólo para hacer méritos ante el jefe, a esos no.
ResponderEliminaren tu relato, él y ella deberían conocerse y así poder intercambiar sus experiencias.
besos!
A mí tampoco me gustan los que solo quieren hacer méritos sin trabajar Chema, sobre todo porque siempre suele ser a costa de otro que sí trabaja.
EliminarBesos.
Se olvidan de vivir. un beso
ResponderEliminarY sin darse cuenta.
EliminarBesos.
El señor que toma el café en la terraza de un bar a las 7,15 dela mañana soy yo. Durante muchos, muchos años. A veces levantaba la vista del periódico y veía pasar a diferentes personas, generalmente a la misma hora. Pensaba que eran muy afortunados porque seguro que tenían horarios “normales”, que terminarían pronto su trabajo para estar en casa con su familia, yo llegaba de noche.
ResponderEliminarTu texto me ha hecho reflexionar.
Muchas gracias.
De nada Pedro.
EliminarEspero que la reflexión haya sido de provecho.
Besos.
Has crerado una imagen de tanta gente a diario en la misma situación, y tantas veces me he preguntado lo mimso... muy buen texto. Besos
ResponderEliminarSi pudiéramos leer los pensamientos de los demás... muchas veces sería como escuchar el eco de los nuestros.
EliminarBesos.
Es cierto ya no viven, hasta
ResponderEliminarsuenan con el trabajo.
Besitos dulces
Siby
En algunos casos seguro que no son sueños, son pesadillas 😆
EliminarBesos.
ResponderEliminarشركة مكافحة النمل الابيض بالظهران
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Nos creemos únicos, originales, pero somos muy parecidos. Tenemos problemas similares, si no iguales. Nos gustan y hacemos las mismas cosas que la mayoría.
ResponderEliminarBuen relato. Un saludo.
Y siendo tan parecidos parece que nos empeñamos en ver solo las diferencias. Una lástima.
EliminarBesos.
Ja, ja, pues vaya dos! Pero mira, en este caso no son de los que ven más verde la hierba en el prado del vecino. Ellos se compadecen del otro. Qué buena gente!
ResponderEliminarBesos
No había oído nunca la expresión de ver más verde la hierba en el prado del vecino 😁
EliminarBesos.
Pues algo así como que la vida de los demás siempre te parece mejor que la tuya...
Eliminar😘
EliminarUn sentir cotidiano de varios.
ResponderEliminarDe más de los que creemos.
EliminarBesos.
¿Él también tiene otros dos? familia numerosa esto... eh! 😊 Besitos.
ResponderEliminarjajaja...
EliminarLaura, todos somos dos como mínimo, hasta los que no lo saben 😄
Besos.
Da igual el contexto, a veces necesitamos lo mismo aunque sea de diferente forma.
ResponderEliminarUn saludo.
Y nos hace sentir igual de bien, o de mal, según el caso.
EliminarBesos.
Lo mismo pienso yo de la gente con la que coincido en el tren. Ahora quizás menos porque quien va es porque probablemente no tiene más opción.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la situación en la que estamos la verdad es que se reducen mucho las opciones.
EliminarBesos.
Me hiciste recordar años atrás cuando cogía el tren para ir al trabajo, siempre coincidía con el mismo hombre y cruzabamos miradas.
ResponderEliminarBesitos
Alguna vez he tenido la oportunidad de hablar con una de esas personas con las que me cruzo siempre y averiguar el porqué de la coincidencia en el lugar y la hora y resulta que no tenía nada que ver con lo que yo me había imaginado 🤣
EliminarBesos.
Creo que ambos tienen la necesidad de no estar en algún otro lugar.
ResponderEliminarBesos.
Están justamente en el lugar y el momento que ellos han elegido.
EliminarBesos.
Que buen relato de lo cotidiano <3
ResponderEliminarUn beso desde Plegarias en la Noche.
Me alegro de que te guste Tiffany.
EliminarBesos.
Un relato tan real que no hay más que ver los comentarios. La cantidad de gente que se ha identificado de alguna manera. Yo me pregunto cuando no sé qué escribir la cantidad de historias que me rodean en una cafetería, en un metro, en un parque... Lo que podría hacer si supiera lo que pasa por la cabeza de esa gente que me rodea. Tú tienes la suerte de imaginarlo muy bien. Besos
ResponderEliminarLo que pasa por la cabeza de esa gente quizás no sea tan diferente a lo que pasa por la tuya, Sergio 😉
EliminarBesos.