Un detalle:
El lugar que ella pensaba que era el más horrible de su cuerpo.
La escena completa:
Todas las cicatrices duelen y las visibles lo hacen cada vez que alguien las mira. Pero solo las miran los demás, porque quienes las tienen las esquivan, las evitan con la mirada, se saltan esa parte de su cuerpo cada vez que se miran en el espejo.
Él no necesitaba verla para saber que estaba ahí, porque todo lo que ella hacía por ocultarla conseguía el efecto contrario, hacerla más visible, casi tangible. Como una tercera persona con cuyo peso tienes que cargar a la espalda.
El lugar que ella pensaba que era el más horrible de su cuerpo, donde estaba esa línea mal dibujada cruzada de puntadas, era el que él quería besar.
Quería hacerle entender que aunque una cicatriz significase enfermedad, dolor, miedo, casi muerte, ese «casi» es lo que marca la diferencia, lo que se convierte en vida en algunos casos. Y en esos casos una cicatriz es una victoria, un «todavía estoy aquí».
Era justo «aquí», ahí, donde quería besarla.
Despacio, y sabiendo que ella se lo permitía, levantó su camisa lo justo para dejar a la vista ese espacio vetado incluso para la propietaria.
«Las cosas hermosas no deberían de ocultarse», fue lo primero que pensó cuando vio la que ella creía que era la parte más horrible de su cuerpo.
Pero lo realmente horrible es que ella pudiera pensar eso de sí misma.
El lugar que ella pensaba que era el más horrible de su cuerpo, donde estaba esa línea mal dibujada cruzada de puntadas, era el que él quería besar.
Quería hacerle entender que aunque una cicatriz significase enfermedad, dolor, miedo, casi muerte, ese «casi» es lo que marca la diferencia, lo que se convierte en vida en algunos casos. Y en esos casos una cicatriz es una victoria, un «todavía estoy aquí».
Era justo «aquí», ahí, donde quería besarla.
Despacio, y sabiendo que ella se lo permitía, levantó su camisa lo justo para dejar a la vista ese espacio vetado incluso para la propietaria.
«Las cosas hermosas no deberían de ocultarse», fue lo primero que pensó cuando vio la que ella creía que era la parte más horrible de su cuerpo.
Pero lo realmente horrible es que ella pudiera pensar eso de sí misma.
Mi Otra Yo
Suena más a cicatriz psicológica que a física. Lo que es nuestro es sólo nuestro y marca las diferencias con las demás personas. El quiz del texto está en la última frase, que realmente parece (salvo que me equivoque) que es lo que abre el resto de la entrada.
ResponderEliminarMe gustan las diferencias. Nos hacen más auténticos.
Un abrazo.
Es una cicatriz psicológica producto de una física.
EliminarHay quien prefiere ser igual que los demás, sobre todo si lo que le hace diferente le recuerda el sufrimiento.
Lo que realmente abre la entrada es el beso en la cicatriz.
A mí también me gustan las diferencias, a ser posible discretas.
Besos.
Un hermoso cuento de paradoja y aceptación que se expresa por sí mismo.
ResponderEliminarEl primer paso para aceptarse fue dejar ver, y besar, su cicatriz.
EliminarBesos.
Te doy la enhorabuena hoy tu entrada es de matrícula de honor.
ResponderEliminarMil besos y una feliz tarde.
Me alegra que te haya gustado Campirela.
EliminarMuchos besos.
una herida, como las que nos hacíamos en las rodillas cuando éramos pequeños, acaba desapareciendo. en una cicatriz siempre queda un rastro. pero como dices, es signo de lucha y de supervivencia.
ResponderEliminarmuy buen relato. besos!
De aquellas heridas de pequeños guardamos hasta buenos recuerdos, batallitas que no nos cansamos de contar. De algunas cicatrices quisiéramos olvidarlo todo, aunque sabemos que es imposible.
EliminarBesos.
Bonita historia. Un beso
ResponderEliminarMe alegra que así te lo haya parecido.
EliminarBesos.
Hay que saber apreciarse y quererse uno mismo... No es fácil, todos tenemos imperfecciones y accidentes, pero esas marcas son señales de que se ha vivido, que se ha sobrevivido como dice el relato.
ResponderEliminarPor lo general, a mi me gusta tomar las cicatrices como marcas de guerra o de batalla, marcas que hacen que el individuo sea más fuerte.
Incluso el propio arte es bello por sus imperfecciones.
Besos
Supongo que hace falta tiempo y aceptación para tomarse una cicatriz como una marca de guerra. Habrá quien lo consiga y habrá quien no.
EliminarBesos.
Un placer haber aterrizado por aquí.
ResponderEliminarSaludos
Hola alasdemariposa. Bienvenida.
EliminarUn placer para mí que decidas pasarte.
Besos.
Un beso que ojalá sea capaz de aceptación por parte de su dueña. Una historia con un gran trasfondo. Aceptar nuestras cicatrices es el único camino para ser feliz con nuestra propia vida.
ResponderEliminarUn beso!
Sobre todo porque las cicatrices van a estar siempre ahí, son parte de una misma.
EliminarBesos.
No hay peor juez que uno mismo
ResponderEliminarTienes razón: el más duro e implacable.
EliminarBesos.
Las cicatrices son los testigos de esas batallas ganadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Así hay que verlas para aceptarlas.
EliminarBesos.
Las cicatrices se llevan en dos sitios: en la parte del cuerpo donde esté y en la cabeza.
ResponderEliminarEs muy cierta tu frase del final, aunque cambiaría el horrible por triste.
Y qué suerte tener a alguien cerca que nos enseñe a valorar la luz que hay en lo que creemos que es nuestra sombra.
Me encantó el texto
Besos
Me alegro de que te gustara Alís.
EliminarTener a alguien así cerca ayuda, por supuesto, pero como no siempre es posible mejor quererse con lo que somos.
Besos.
Hola pasaba saludar!!!!
ResponderEliminarTe cuento que abrí un blog de haikùs y voy a dejar los otros puesto que no me da el tiempo para todos.
Espero verlos allì, un beso enorme y un abrazo.
PD: ESTE ES MI ÚLTIMO Y ÚNICO BLOG DE AQUÌ EN MÁS. TE SIGO CON ESTE NUEVO PERFIL.
Hola Paula.
EliminarNos vemos en el nuevo perfil.
Besos.
Lo que para uno puede ser horrible, para quien ama tu alma es lo más bello.. Hay cicatrices que solo curan a base de amor.
ResponderEliminarBesitos
Ojalá todo el que tenga alguna cicatriz encuentre el amor necesario.
EliminarBesos.
hay muchas cosas que uno tiene mas en cuenta que los demás y en general suena mas femenina esa idea... el hombre es un poco mas despreocupado porque no tiene esa presión de belleza que la mujer si...
ResponderEliminarhoy las cosas están cambiando para mejor en este tema... saludos
Tienes razón en lo de que las cosas van cambiando, no sé si para mejor o no. Pero sí que es cierto que parece que le pueda acomplejar más una cicatriz a una mujer que a un hombre.
EliminarBesos.
Otro pequeña joya de orfebrería bien construida. En poco espacio también cabe una historia. Y buena. Me gusta hasta esa reflexión que te da tiempo a hacer sobre la mirada propia y ajena. O sobre el amor. Besos
ResponderEliminar«Otro pequeña joya de orfebrería bien construida»... me tomo la libertad de tomármelo como un piropo, o un cumplido, que para mí en este caso es lo mismo 😊
EliminarA veces cuanto más corta es la historia, más cuenta.
Besos.
Justo ahora estoy intentando escribir algo para un amigo sobre eso mismo, las cicatrices psicológicas producto de las cicatrices físicas. Casi todos llevamos una de cada, pero lo has escrito de manera tan bonita y profunda. Curioso siempre de qué manera nos vemos y cómo nos ven los demás.
ResponderEliminarBesos.
A veces no tiene nada que ver cómo nos vemos y cómo nos ven los demás. A veces incluso es mejor (y más cierta) la visión que tienen los demás de nosotros que la que tenemos de nosotros mismos.
EliminarBesos.
Eso es verdad, yo cuando estoy ante el espejo, me salto y no miro mis cicatrices (prefiero no hacerlo)... sé que están ahí, ya he aprendido a vivir con ellas.
ResponderEliminarBesitos.
No mirarlas no las hace desaparecer, y si tú sabes que están ahí ya es suficiente.
EliminarBesos.