"No me gusta nada la palabra agobio, la odio, y no me gusta sentirme agobiada. Aunque si intento ceñirme a la definición de la palabra (Causar gran fatiga, molestia o preocupación. Rendir, deprimir, abatir), no es exactamente así como me siento. Entonces ¿por qué cuando me siento así es esa la palabra que me viene a la mente?
Quizás, en vez de evitar por todos los medios reconocer cómo me siento, lo adecuado sería enfrentarme a esta sensación que me ahoga, que no me deja estar de buen humor en vez de correr en dirección contraria.
Hay días en los que lo que más quieres, es lo que hace que necesites correr y poner distancia, buscar el silencio
Y es que hay días en los que no es que tenga paciencia, es que no tengo ni una gota
No puedo reconocer que no puedo, que no llego, que necesito ayuda...
Con Gonzalo tengo el ejemplo de Rodrigo, se que todo esto pasará, que es una etapa, que si le digo no toques algo y lo vuelve a tocar mientras me mira, no es para desafiarme (al menos en el sentido que yo le doy)
Y es que no son sólo ellos, los niños. También es el marido, que me pregunta si me acuerdo de él. ¿Y alguien se da cuenta de que de quién no me acuerdo es de mí? ¿De que primero son los niños, después mi marido y por último, a lo mejor yo?
Y no es nada grave, lo que pasa es que este es uno de esos días en los que se suman muchas cosas, cosas de esas, pequeñas, que por sí solas no hacen nada, no afectan y no van a ninguna parte, pero todas juntas....
Y es que no son los demás, no es el mundo entero contra mí, soy yo, que me tomo las cosas de otra manera, que no aguanto nada, que no soporto nada
Ponerme nerviosa con ellos, hablarles y tratarles mal para después pedirles perdón.... no es la solución. Lo ideal sería controlar la situación, no perder los nervios y tener que pedir después perdón".
Antes de que me arrepienta. Este es otro borrador, y cuando me he dado cuenta ya lo estaba corrigiendo. Pero he decidido atreverme.
Hay días en los que lo que más quieres, es lo que hace que necesites correr y poner distancia, buscar el silencio
Y es que hay días en los que no es que tenga paciencia, es que no tengo ni una gota
No puedo reconocer que no puedo, que no llego, que necesito ayuda...
Con Gonzalo tengo el ejemplo de Rodrigo, se que todo esto pasará, que es una etapa, que si le digo no toques algo y lo vuelve a tocar mientras me mira, no es para desafiarme (al menos en el sentido que yo le doy)
Y es que no son sólo ellos, los niños. También es el marido, que me pregunta si me acuerdo de él. ¿Y alguien se da cuenta de que de quién no me acuerdo es de mí? ¿De que primero son los niños, después mi marido y por último, a lo mejor yo?
Y no es nada grave, lo que pasa es que este es uno de esos días en los que se suman muchas cosas, cosas de esas, pequeñas, que por sí solas no hacen nada, no afectan y no van a ninguna parte, pero todas juntas....
Y es que no son los demás, no es el mundo entero contra mí, soy yo, que me tomo las cosas de otra manera, que no aguanto nada, que no soporto nada
Ponerme nerviosa con ellos, hablarles y tratarles mal para después pedirles perdón.... no es la solución. Lo ideal sería controlar la situación, no perder los nervios y tener que pedir después perdón".
Antes de que me arrepienta. Este es otro borrador, y cuando me he dado cuenta ya lo estaba corrigiendo. Pero he decidido atreverme.
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