lunes, 3 de julio de 2023

Tokio Blues


Imagen de Internet

 

No me gusta copiar las sinopsis que encuentro en Internet de los libros que os comento, pero en este caso lo voy a hacer porque me cuesta encontrar las palabras con las que sentir que me explico bien.

 
«Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor —y único— amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.

Con un fino sentido del humor, Murakami ha escrito el conmovedor relato de una educación sentimental, pero también de las pérdidas que implica toda maduración».

 

Después de muchas vueltas todo lo que se me ha ocurrido a mí como sinopsis es: «Una canción de los Beatles es la responsable de que Toru retroceda en el tiempo y nos relate parte de su juventud, de su época universitaria y de las amistades y amores que le marcaron». Y la verdad es que no me parece que esté a la altura. Aunque resumido sí que está, hay que reconocerlo, y eso que me caracterizo por darle demasiadas vueltas a todo y tener problemas para concretar.

Tokio Blues es un libro del que había oído mucho hablar, tanto como de su autor, pero que seguramente no hubiera leído de no ser porque era una lectura del club. Creo que he leído otras tres obras suyas y esta me ha parecido igual que el resto; extraña pero lo suficiente interesante como para querer terminarla, aunque no me haya abandonado esa sensación de agujero en el pecho que me parece tan típica de las lecturas japonesas. Muy bien escrita, como siempre, y con unas descripciones exquisitas.
Descripciones que logran que me pregunte si ha vivido todo lo que relata —aunque sé que no— y eso hace que me maraville más todavía la capacidad de ciertas personas para poder detallar tan fielmente cosas que no han vivido en primera persona. Y os tengo que reconocer que no solo me maravilla esa capacidad, también la envidio, y después la admiro. 
Pero bien pensado, si yo no he vivido tampoco lo que el autor nos cuenta puedo estar equivocada al pensar que su descripción es fiel. Aunque en eso consiste precisamente ser buen escritor ¿no? Hacernos creer y sentir que lo que leemos es cierto.

Para mí, Tokio Blues es un libro que hay que leer despacio, tomándote tu tiempo y retomando la lectura cuando el cuerpo te lo pida. A diferencia de otros libros en esta historia te lo puedes —a veces es necesario— tomar con calma porque no pierdes el hilo aunque estés unos días sin leerla. Además, no hay demasiados personajes y todos se diferencian de una forma tan clara que es difícil confundirse. 
Ha pasado demasiado desde que lo leí hasta que he podido comentarlo aquí; primero porque necesitaba dejar pasar un tiempo para valorarlo, después porque no encontraba las palabras y más tarde porque ha sido difícil conseguir sentarme a escribir sobre él. Pero tampoco tanto como para olvidar cómo me ha hecho sentir o creer que ya no vale la pena comentarlo.
En ocasiones es necesario dejar pasar ese período desde que lees una novela hasta que la comentas, y aunque no me guste es eso, necesario. Pero a veces ha pasado tanto tiempo desde la lectura que lo dejo pasar y no comento nada.


A continuación comparto dos párrafos de todos los que he copiado para volver a leer cuando quiera pero que seguramente no haré. Algo curioso también, porque incluso sabiendo que nunca volveré a leerlos, que incluso ni recuerde que los tengo, necesito copiarlos pensando que sí.

«Cuando me desperté, al otro lado de la ventana una niebla blanca como la leche lo envolvía todo, pero, conforme el sol fue subiendo en el horizonte, la niebla fue barrida por el viento y reaparecieron los bosques y las montañas».
 
Todos hemos vivido esta experiencia y en caso de que no, estoy segura de que estas palabras han sido suficientes para imaginar que sí.
 
 «Al rato volví a introducir dentro de ella mi pene erecto. Debajo de mí, Reiko se retorcía de placer y contenía el aliento. Mientras la abrazaba y movía, despacio y en silencio, el pene dentro de su vagina, hablamos de muchas cosas. Era maravilloso charlar mientras hacíamos el amor. Cuando se reía de mis bromas el temblor de su risa se transmitía a mi pene. Permanecimos largo tiempo abrazados de este modo».
 
Esta descripción me gusta por lo natural e íntimo del momento y porque aunque no sé cómo debe ser tener pene y sentir el temblor de una risa sí que sé cómo se siente tener un pene dentro de ti mientras te ríes.
 
 
En 2010 se hizo una adaptación al cine de la novela. Después de ver algún trailer prefiero quedarme con el recuerdo que me ha dejado la lectura del libro.
 

18 comentarios:

  1. Debo ser de las pocas que aún no he leído a este autor, pero me queda claro que tengo que hacerle un hueco en mis lecturas. La peli, por cierto, tampoco la he visto (y lo prefiero así).
    Besitos.

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    1. Murakami es especial. No es de mis favoritos, pero no le puedo negar que es muy bueno. Al menos para mí.

      Besos.

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  2. Nunca he leído a Murakami. Pero lo que relatas (mucho mejor tus palabras que las de la reseña del libro, pese a que es buen) me recuerda a a quelolo dqu dcía CS Leiws en El arte de leer que cuiando vleemos vemos el mundo como el cielo de los antiguos, en que cada estrella era una especie de ventana desde la que nos ven. al leer podemos ser hombre o mujer, o incluso otra cosa, joven o viejo.... ver el mundo desde otra perspectiva. De hecho tus últimos párrafos van en ese camino. Un abrazo

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    1. Como le digo arriba a Noelia Murakami es especial. Al menos a mí me lo parece. Me interese más o menos el tema sobre el que escriba (lo que puede hacer que deje de leer el libro) no puedo negar lo bien que lo hace.

      Besos.

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  3. Unos amigos
    míos , son
    fans , y de
    los grandes,
    de Murakami,
    yo lo descubrí
    gracias a ellos,
    ah , otra cosa,
    has visto la
    dedicatoria
    de Joaquín
    había ti? .

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    1. Hola Orlando.
      No he visto la dedicatoria de Joaquín, he estado un par de días felizmente desaparecida y me tengo que poner al día. Cosa que me llevará mi tiempo, me temo. Gracias por avisar.

      Besos.

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  4. A mi me encantó, la reseñé en su día y la verdad, fue un descubrimiento para mí. Besos :D

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    1. Un descubrimiento de los buenos. A mí me pasó lo mismo.

      Besos.

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  5. Mira que es famoso este escritor!! Pues nada, no me llama lo japonés. He leído alguna cosita oriental y son muy lentas para mí... Tengo pendiente Pachinko (coreana), que me la han recomendado.
    Besos

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    1. Pachinko es preciosa. Es de esas novelas que marcan pero de las que no he hablado. A su altura, y de la que no he hablado porque ya ha pasado mucho tiempo, está La isla de las mujeres del mar, de Lisa See. También coreana.
      Por cierto, de Pachinko también hay kdrama, pero no lo he visto.

      Besos.

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  6. Yo tampoco me atrevo a ver la peli xdd

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    1. Mejor nos quedamos con lo que nos ha dejado el libro ;-)

      Besos.

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  7. Me encantó Tokio Blues. No he leído mucho de Murakami, pero esta novela me gustó muchísimo. También me gustan mucho sus títulos de no ficción. El otro día terminé un libro suyo y pensé que tenía que releer este a ver si mi cambio de edad hace que mantenga el tipo.
    Un abrazo.

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    1. A mí el que más me ha gustado hasta ahora de Murakami es De qué hablo cuando hablo de correr. Y para nada me lo esperaba.

      Besos.

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    2. Justo ese es el que terminé hace unos días. Y mira que yo paso de correr, pero es que se abre en canal y me resulta muy fácil empatizar con él. De qué hablo cuando hablo de escribir va en la misma línea.

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    3. Cuando lo leí yo salía a correr, pero tenía claro que me gustaría igualmente aunque no lo hiciera por lo que dices, y por cómo una actividad en concreto puede afectar de algún modo a tantos aspectos de una vida.
      Intentaré hacerme con el otro que comentas. Sabía de él pero no sé por qué nunca me había planteado leerlo.

      Besos.

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  8. hace un par de años cumplí un reto bloguero de escribir una reseña cada mes de novelas que había leído. explicar de qué trataba sin hacer spoilers, a veces era un equilibrio complicado...
    al ver en la portada el subtítulo 'norwegian wood', me he acordado rápidamente de la canción de los beatles.
    en el último párrafo que has citado, no se andan con eufemismos. ;)
    besos!!

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    1. Eso es algo que me gusta de Murakami, la manera en la que habla de cosas de lo más vulgares si las dijeran de otra forma. Ahí creo que hay que darle mucho mérito a la traducción.

      Besos.

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