Se acerca el final de nuestra jornada y en lo único que podemos pensar es en el momento en el que todo lo que tenemos entre manos pasa a ser responsabilidad de otro, del que viene detrás.
El cansancio que conseguía ralentizarnos ha sido sustituido por la falsa ilusión de que los problemas desaparecen solo porque se los pasamos a otra persona.
Son tantas las ganas de estar en otro lugar que no somos capaces de ver que mañana volveremos y que nosotros también somos «el que viene detrás».
Maldeciremos cualquiera que sea la situación que nos encontremos antes de reconocer que nosotros hacemos lo mismo.
Y como siempre, en vez de dar ejemplo con un «no haré a los demás lo que no me gusta que me hagan a mí», cerraremos un círculo infinito con un «que se las arregle el que venga detrás».
Una filosofía horrible, hay que ser más empáticos y responsables. Así nos luce el pelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos extrañamos por lo que recibimos y en ningún momento reconocemos que es eso mismo lo que ofrecemos.
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Ah no, yo no. No seré madre, en mi acaba el trayecto del sufrimiento de mi línea genética, de nada a todos ellos jaja
ResponderEliminarPor cierto, estamos en un punto de la historia en que deberias apuntar el nombre del artista y añadir después entre paréntesis "aunque tal vez lo hizo una IA"...
No estoy segura pero diría que este es el caso ✌️
En su momento tuve la duda de añadir o no cuando el artista había creado la ilustración con IA, pero igual que en unos casos estaba muy claro en otros no tanto. Teniendo en cuenta el tiempo que dedico en algunas entradas a encontrar la imagen pensé que con el nombre del perfil en el que lo había encontrado era suficiente y que si alguien tiene curiosidad por saber más puede buscarlo él mismo 😉
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Espero que estés bien, has escrito una entrada muy críptica, y desesperanzada. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy bien Joaquín, pero porque ya tengo asumida esta forma de actuar de ciertas personas. Me sigue pareciendo mal y hasta rastrero, pero de momento lo único que puedo hacer es no repetir el patrón. Aunque hay quien es lo único que se merece.
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Yo también empiezo a pensar así. Un beso
ResponderEliminarEs muy triste que la motivación de ciertas personas sea hacer cuanto menos mejor. Aunque también es cierto que cuando se conocen sus circunstancias y las personas que los rodean uno empieza a entender su actitud.
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Hay pereza y cansancio en ese dejar a los de atrás que hagan lo que tú ya no tienes que hacer. Pero me temo que a mí me pasa en el trabajo. Aunque también podemos hablar de los retos del planeta. Me temo que está en la naturaleza humana. Otra de esas fallas de la especie por pulir.
ResponderEliminarEs como algo que traemos de serie y contra lo que tenemos que luchar ¿no?
EliminarNo nos extinguiremos por ello, pero sí que haremos más dura la existencia de unos cuantos.
Besos.
yo esa frase la he oído como "el que venga detrás, que arree". es una frase que te puede hacer reír porque suena muy socarrona, pero si lo piensas, en ella subyace un egoísmo que no es nada sano. si cada uno de los que vengan detrás actúan de la misma manera, se irá acumulando el caos.
ResponderEliminarbesos!
Esa es la frase que conozco yo también, Chema.
EliminarAl final lo que se acumula es hastío y poca gana de trabajar, además de antipatía hacia los compañeros.
Besos.
Los problemas del tipo que sea jamás van a desaparecer en tanto no desaparezcamos nosotros. Claro, es tan obvio... En cualquier caso, hay que cuidarse de quien dice, y encima se lo cree, que nunca a roto un plato. Esa persona no existe.
ResponderEliminarDe hecho cuanto más insiste en que nunca ha roto un plato más confirma que lleva rota por lo menos una vajilla entera.
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Lo bueno y lo malo de mi trabajo es que mi trabajo lo hago sólo yo. A la única que puedo pasarle el testigo soy yo misma, pero no me gustaría caer en eso nunca. Me da miedo esa filosofía, aunque también entiendo que cuando llegas a un punto de hartazgo no cabe nada más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay situaciones y momentos en los que incluso siendo consciente de que estás dejándole el marrón al que viene detrás lo haces. Así de harta y cansada estás. Todos podemos ser débiles alguna vez pero nadie debería de hacerlo por sistema.
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Hay que sumir las responsabilidades, de los dos lados. El tema que uno de los dos no lo haga. Saludos!
ResponderEliminarY si uno de los dos no lo hace por algo puntual o porque no puede tampoco pasa nada, que todos podemos tener un día malo. El problema está cuando se convierte en costumbre.
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Eso pasa mucho, la verdad. Yo trabajo sola así que no viene nadie antes ni después de mí, pero lo de pasarse la patata caliente lo he vivido (hacia ambos lados). Intentaré pensar en este post la próxima vez que esté tentada... ja, ja, ja.
ResponderEliminarBesos
Este tipo de tentación es demasiado jugosa cuando se está en un ambiente propicio para ello. Hay que sacar fuerzas de flaqueza para no dejarse llevar por la corriente.
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Hola!! y por eso estamos como estamos, a algunos les falta tener más conciencia y ver la realidad que les rodea para implementar un cambio.
ResponderEliminarNo queremos ser los que pongamos la primera piedra si nos supone un esfuerzo, aunque sea para algo bueno.
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Pues me has dejado pensando y creo que yo aún soy de la tanda de "no hacer lo que no quiero que me hagan"
ResponderEliminarMe felicito yo misma jaja
Besitossss
Felicítate, porque te lo mereces.
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Así de optimista estaba yo, Julio David.
ResponderEliminarLa idea no es solucionar los problemas de los demás, pero tampoco pasarles los que no les corresponden.
Besos.