Necesito rutina. Orden y concierto. Actividades y tareas que organizar. Obligaciones que cumplir. Menos calor y más manta. Días más cortos y velas que iluminen las noches. Despeinarme por el viento y dejar de sudar. Más días grises con sus cielos encapotados y menos andar buscando la sombra. Sentirme mojada por la lluvia, no por el sudor. Bebidas calientes y bizcocho casero. Madrugar y acostarme antes del día siguiente.
Estamos dejando pasar el verano, sin prisa pero sin pausa. Ya tengo aprendida la lección: no vale la pena planearlo, ningún verano es igual al anterior.
Hace un par de veranos los niños no querían playa, preferían piscina. Este año ni una cosa ni la otra. Hubo uno en el que se peleaban tanto que bajábamos casi todas las mañanas a la playa, así entre que te preparabas, estabas allí, volvías y los duchabas, se nos pasaban las mañanas. Otro íbamos casi todos los domingos a una playa cercana tan grande que podíamos montar toldo, mesa, sillas, comer allí y pasar el día.
Los últimos veranos teníamos una rutina de tareas para repasar lo que habían hecho durante el curso y no se les olvidara. En el mes de julio ya tenía borrados y forrados los libros del próximo curso, además de todo el material comprado y marcado con el nombre de cada uno.
Este verano me sobran dedos de las manos para contar cuantas veces hemos ido a la playa y a la piscina. Aunque ya tengo los libros y el material del pequeño todavía no he empezado a prepararlo. Como el mayor empieza la ESO hasta primeros septiembre no tendremos sus libros ni sabremos el material que necesita. Este verano la única rutina de tareas que han tenido es leer un poco cada día, y tampoco se ha acabado el mundo cuando no lo han hecho.
El verano pasado mi marido cogió un resfriado que le duró más de un mes, terminó tan bajo de ánimos que se planteó incluso cambiar de trabajo. Este verano lo está pasando sin ningún problema a nivel de salud, pero de vez en cuando recuerda (y cruza los dedos) lo mal que lo pasó.
Está siendo un verano raro de tan tranquilo, pero no me quejo, porque dicen que «más vale malo conocido que bueno por conocer».
A veces llega un momento en que necesitamos tareas, volver a la rutina, a las obligaciones del invierno, y dejar el sudor en el verano de nuestros pasados días.
ResponderEliminarBesos.
A veces pienso que somos unos inconformistas: en verano nos quejamos del calor y echamos de menos el frío y en invierno estamos deseando que llegue el buen tiempo.
EliminarDe todas formas yo siempre espero con más ganas la llegada del invierno.
Besos.
Yo prefiero el frío al calor, en Castilla estamos teniendo un verano insoportable.
ResponderEliminarAl leerte, me has hecho recordar cuando mis hijos eran pequeños, si te digo la verdad, a mí nunca me ha llegado el tiempo para nada, eran cinco y sólo recuerdo que no salía de la cocina.
Mejor que empiecen otra vez con el colegio y el orden vuelva a reinar en cada casa, hoy ya no tengo esos problemas.
Me alegra haberte encontrado, ha sido una casualidad.
Cariños.
kasioles
Donde yo vivo la verdad es que hemos tenido veranos peores, pero parece que el verano en el que estamos es siempre el más caluroso.
Eliminar¡¡Cinco hijos!! No te conozco y ya te admiro :-)
Al final ellos también agradecen las rutinas, llega un punto en el que tanto no hacer nada les aburre.
Me gustan las casualidades, así que me alegra que me hayas encontrado por una de ellas.
Besos.
yo estoy deseando que acabe el verano. en mi familia son muy discutidores, y me ponen la cabeza como un bombo. hacen una montaña de un grano de arena, cualquier cosa se magnifica absurdamente. en época normal, en madrid, me resulta más fácil aislarme cuando lo necesito, y tengo mis clases y demás historias para mantener la cabeza ocupada en algo interesante, no en chorradas.
ResponderEliminarbesos!
Lo «bueno» del verano es que es corto y pronto se le ven las orejas al invierno y la rutina.
EliminarEntiendo que para algunos el verano suponga tranquilidad, vacaciones y salir de una rutina a veces muy intensa, pero no es mi caso.
Besos y paciencia, ya queda poco ;-)
Es bueno improvisar y adaptarse. Un saludo
ResponderEliminarTodo sería más fácil si pudiera adaptarme a los imprevistos. Desde que tengo hijos lo llevo mejor, con ellos nunca se sabe lo que puede pasar. Aun así, necesito mi «dosis» de rutina, por pequeña que sea.
EliminarBesos.