La Biblioteca de la Medianoche

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Iba detrás de este libro porque había leído buenas críticas y el argumento me parecía interesante. Lo tuve en la mano y a punto estuve de comprarlo pero le pedí opinión a la dependienta y al final me decanté por otro (Hôzuki, la librería de Mitsuko). Después de haberlos leído puedo decir que no me arrepiento de la elección porque son muy diferentes y que me alegro de haber podido leer finalmente el que no compré. Me han gustado mucho los dos.

La protagonista de esta historia está tan cansada y descontenta de su vida que prefiere morir, pero cuando está a punto de conseguirlo se le da la oportunidad de probar qué hubiera sido de ella en todas esas vidas que no ha vivido y que está convencida de que hubieran sido mejor. Sin embargo huyendo del sufrimiento lo que descubre es que sea cual sea la decisión que tome siempre habrá tristeza, aunque acompañada de felicidad.

«Verán, hacer algo de manera distinta es muy parecido a hacerlo todo de manera distinta».

«La vida sigue una serie de patrones... O de ritmos. Cuando nos sentimos atrapados en una única vida es muy fácil imaginar todas las tristezas, las tragedias, los fracasos y los miedos que pueblan esa existencia en particular. Pero todo lo malo es un producto derivado de la vida, en cierto sentido. No es la vida, sin más. Lo que quiero decir es que las cosas nos serían mucho más fáciles sin entendiéramos que ningún estilo de vida nos inmuniza contra el drama. Ninguno. La tristeza es intrínseca a la felicidad, es uno de los hilos del tejido de la felicidad, por decirlo así. Por supuesto, todas estas cosas se presentan en distinto grado y cantidad. Pero no existe ninguna vida en la que solo podamos sentirnos felices para siempre. Imaginar lo contrario solo consigue hacernos más infelices en la vida que nos ha tocado vivir». 

 

Como suele pasar, nosotros somos el problema, pero también la solución.

«Resulta muy revelador descubrir que el lugar al que deseabas escapar es exactamente el mismo lugar del que escapaste. Que la cárcel no era el lugar, sino el punto de vista».