Últimamente me arrepiento a menudo de la decisión que tomamos.
Fue una decisión muy pensada, y para nada impuesta por la otra parte, aunque ahora creo que un poco sí por las circunstancias. Porque para qué engañarme, es una de esas cosas que viene detrás de otra, a continuación. Había más posibilidades de que pasara lo que pasó, que de lo contrario.
Me doy cuenta de que no era realmente consciente de lo que a la larga a mí me conllevaría.
Y como cayéndome del guindo, ahora descubro que se paga desaparecer del mundo, no constar entre la vida laboral de los demás, vivir "haciendo lo que tienen que hacer las madres", pero que al final es como si no hubieras hecho nada.
Estos años de experiencia en exclusiva como madre no suman en un currículum: restan. Y por mucho que me pusiera al día, que tuviera estudios o carrera (que por cierto, no tengo), llevo, por ser mujer, el gran inconveniente de tener hijos, en lo que a buscar un trabajo se refiere.
No me pagan por lo que hago, aunque mi trabajo sí que hace que nos evitemos ciertos gastos: canguro, extraescolares para tener a los niños en algún sitio, matineras para poder dejarlos a las 8:00h en el colegio, comedor, repaso... Y bueno, aunque somos de los afortunados que tenemos a la familia cerca y podríamos utilizarlos para ahorrarnos lo que nos ahorramos porque lo hago yo, no lo hacemos.
Hay dos sentimientos con los que no contaba y que se alimentan del tiempo que pasa: la culpa y el miedo.
Culpa cuando tengo que gastar en mí un dinero que yo no gano. Si los niños o mi marido necesitan algo ni me lo pienso (dentro de nuestras posibilidades, claro), pero si lo necesito yo es otra cosa. Me lo pienso, lo repienso, y hago todo lo posible por evitar el gasto.
Miedo a volver a la vida laboral, sentir que no estoy a la altura, cambiar mi zona de confort, que no deja de ser otra que la zona en la que me necesita mi familia. No sabría cómo venderme o qué ofrecer de mí.
Sé que es imposible encontrar un trabajo fuera de casa que me permita seguir sin cambiar con el que ya tengo. Porque, no nos engañemos, no estaría cambiando de trabajo, cambiando uno por otro, estaría buscando un trabajo más.
Y sé que hay otros puntos de vista, otras situaciones... pero esta es la mía.
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