La semana tuvimos reunión del Club de Lectura.
Y siendo yo la más joven de las asistentes (sí, las, porque el 99,99 % de las veces somos solo mujeres), a veces se me va el santo al cielo imaginando cómo seré yo a la edad del resto.
Han pasado sus cosas, y muchas no buenas, pero actualmente se las ve bien. Unas viudas, otras solteras, alguna todavía junto a su pareja, están sanas y con los achaques propios de la edad de cada una, y como les sobra tiempo, lo dedican a lo que más les gusta, que es la lectura y a otras actividades organizadas y pensadas para la gente de la tercera edad.
No sé qué será de mí, de mi vida, cuando tenga la edad que tienen ellas... ya llegará.
La diferencia de edad, la generaciones que nos separan, hacen que muchas veces ellas estén de acuerdo en algo y yo sea la única que difiera. Nunca hay discusiones, solo intercambio de opiniones. Exponemos nuestros puntos de vista sin intentar imponer nuestras razones.
Pero hay una compañera de club, casualmente la que "está a otro nivel", por eso de que cree que el cosmos y el universo tienen un plan para cada uno de nosotros, que siempre insiste un poquito más de lo necesario en que hay que ver las cosas de otra manera, de la suya, por supuesto.
No sé qué será de mí, de mi vida, cuando tenga la edad que tienen ellas... ya llegará.
La diferencia de edad, la generaciones que nos separan, hacen que muchas veces ellas estén de acuerdo en algo y yo sea la única que difiera. Nunca hay discusiones, solo intercambio de opiniones. Exponemos nuestros puntos de vista sin intentar imponer nuestras razones.
Pero hay una compañera de club, casualmente la que "está a otro nivel", por eso de que cree que el cosmos y el universo tienen un plan para cada uno de nosotros, que siempre insiste un poquito más de lo necesario en que hay que ver las cosas de otra manera, de la suya, por supuesto.
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