Cuando pensamos en mar pensamos en azul, pero también puede ser transparente o verde turquesa. A mí el que más me gusta es el mar gris de los días nublados, cuando la superficie del agua tiene el color de las escamas de un pez.
Aun así yo prefiero los verdes, amarillos, marrones, naranjas y rojos de la montaña.
Dicen que el sonido del mar relaja, que el murmullo del oleaje mece los sentidos y aleja las preocupaciones mar adentro.
Yo prefiero el lenguaje de las hojas de los árboles cuando el viento juega con ellas.
Si hablamos de silencios también prefiero el de la montaña, más grande, más intenso, más silencio.
No es cuestión de colores, sonidos o incluso olores para preferir una cosa u otra, sino de cómo nos haga sentir. Ni siquiera hay que elegir, simplemente disfrutarlo.
Buenos días, comulgo con lo que has dicho , en el mar me siento bien, ptp rm ls mpnyaña soy feliz, y si ella esta rodeada d árboles ya es lo más , sus sonidos me transmiten tranquilidady l belleza es inigualable cuando estas en la cima y divisas todo el horizonte ..Un feliz día.
ResponderEliminarEl cuerpo te dice lo que mejor te sienta. Puedes disfrutar de los dos entornos, pero siempre hay uno que te recarga más, que te hace sentir mejor.
EliminarBesos.
Qué bonito como sientes el murmullo del mar de los duaes grises, o las hojas con el viento. El lenguaje nos llega a cada uno de diferente forma. Como dices tu, no es cuestión de preferir colores sino de lo que nos haga sentir. Estoy muy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarAunque de ponernos a elegir a mi me hace sentir y vibrar el mar azul con cielos despejados. Porque lo disfruto una vez al año. En cambio el campo lo tengo mas cerca. Como mas normal y añoro el mar porque lo tengo lejos.
Un placer es leerte.
Un beso enorme.
Cuando descubrí el mar con 12 años me impresionó. Desde entonces lo tengo al lado y aun así disfruto más cuando salimos por la montaña, hace que me sienta mejor.
EliminarMe siento afortunada por el entorno en el que vivo, rodeado de mar y de montaña, es todo un privilegio.
Muchos besos.
Yo antes era más de mar. Ahora prefiero la montaña. Un beso
ResponderEliminarYo vi el mar por primera vez a los 12 años, cuando cambiamos de ciudad, y aunque al principio me fascinó (supongo que por la novedad) al final siempre es la montaña lo que más disfruto.
EliminarBesos.
Puede que el estar siempre cerca de la costa, haya hecho que prefiera la montaña... También es un lugar donde es más facil alejarse y relajarse del mundanal ruido.
ResponderEliminarBesos
Es en invierno, con sus colores y poca gente, cuando yo disfruto de la playa. En verano es ruidosa y huele demasiado a protector solar 😁
EliminarBesos.
Yo soy más de bosque, pero como tú dices, no es necesario elegir.
ResponderEliminarBesos
De hecho, si es posible habría que disfrutar de los dos entornos porque cada uno tiene su encanto.
EliminarBesos.
Yo también soy más de montaña. Cuesta arriba, buenas vistas, menos gente...
ResponderEliminarSobre todo menos gente 😉
EliminarBesos.
Yo, no puedo decir otra cosa, sería mentira, soy de mar, no podría vivir sin él, ni lejos de él, pero si que estoy de acuerdo con tus palabras. cada una sentimos un lugar como nuestro lugar, y tan hermoso es uno como otro solo si sabemos sentirlo.
ResponderEliminarBesos.
Yo he intentado encontrar en el mar todo lo bueno que dicen que tiene... y aunque reconozco que es un entorno incomparable, es la montaña la que me da lo que necesito.
EliminarBesos.
Cualquiera de los dos me gusta, pero el silencio que me ofrece la montaña, no me lo da el mar.
ResponderEliminarUn gusto poder leerte.
Hola Ani.
EliminarEl silencio de la montaña es grande, puedes sentir cómo te envuelve y tocarlo con los ojos cerrados.
Quizás el mar sea más «musical» por ese vaivén constante de las olas.
Besos y bienvenida.
Me encanta el mar sentirlo y oirlo ,sobre todo cuando hay poca gente... Y tambien la montaña, su silencio y sus paisajes y colores.
ResponderEliminarY compo bien dices disfrutar de cada uno en su momento.
Buena noche.
Un abrazo.
Como
EliminarHola Laura.
EliminarCada uno tiene su encanto y cualquiera de los dos es digno de disfrutarlo. Deberíamos intentar escaparnos de la rutina diaria más a menudo y disfrutar de cualquiera de los dos, o del que más nos guste, si se puede elegir.
Besos y bienvenida.
La montaña requiere esfuerzo y si lo que quiero es relajarme, mejor tumbada al sol... jajaja
ResponderEliminarBesitos como la paella mixta, de mar y montaña... (que en esto si que tengo preferencias)
😂
Jo, pues a mí me agota estar tumbada al sol como un lagarto, pringada de bronceador y llena de arena 😁
EliminarPero la paella me la como donde sea, en un merendero en la montaña o en un chiringuito en la playa.
Uff, malas horas para este tema, ya me llega el olor a paella.
Besos.