lunes, 24 de septiembre de 2012

No le gusta. Y punto

Este año Rodrigo ha empezado el curso sin llorar (tercero de infantil), contento y "emocionado por ver a sus compañeros", según sus palabras. Pero hoy, después de dos semanas, ha entrado llorando al cole porque dice que no le gusta pintar...
Ya el miércoles pasado me llamaron del colegio para que fuera a buscarlo porque el niño decía que le dolía la garganta. Cuando llego al centro me comenta la profesora que al niño se la habían ido todos los males en cuanto se terminó el tiempo de pintar la ficha y pasaron a otra actividad, que había almorzado bien y que en esos momentos estaba tan contento jugando en el patio. Y que además había tenido la cara (sinceridad infantil) de reconocerle que no era cierto que le doliera nada, pero que había vuelto a intentar engañarla otra vez en cuanto volvieron con la ficha de pintar.
No me gustó esto, me preocupó y me sigue preocupando por varios motivos. Se que está experimentando, probando la manera de no hacer cosas que no le gustan, pero no me gusta nada que utilice la mentira, aunque estoy segura de que todavía no entiende lo grave que puede ser mentir.
Tampoco me gusta que algo como pintar (o cualquier cosa) suponga para él una actividad tan dura como para llorar.
Tampoco me gusta la sensación que me queda de que tendría que hacer algo, aunque no sé el qué.
Cuando recogí al niño del cole le pregunté como todos los día qué tal le había ido, y porqué tenía mala cara. Él, como siempre sin  muchas explicaciones, me dijo que habían tenido examen de pintar, y que no le gustaba. Yo le dije que lo hiciera lo mejor que pudiera y ya está, y que a veces tenemos que hacer cosas que no nos gustan demasiado. Él me dijo que el examen no le preocupaba, pero no le gustaba pintar y punto.
No le comenté nada de que había ido al colegio porque la profesora me había dicho que le dolía la garganta, preferí hablarlo primero con su padre, además de que si quieres que te escuche y esté receptivo tienes que elegir muy bien el momento en el que hablarle.

Después de hablarlo, su padre y yo convinimos en explicarle que no está bien mentir para no hacer algo, y que no hay que fingir estar enfermo. Así que mientras nos preparábamos para irnos a dormir le comentamos que su profesora nos había llamado y lo que nos había contado, y que si era cierto que había mentido para no hacer la ficha. Y nos reconoció, como hizo con la profesora, que no estaba malo, pero que no quería hacer la ficha...
Y en ese momento aproveché para contarle el cuento del niño aquel que se aburría mientras cuidaba el rebaño y gritaba diciendo que venía el lobo, cuando en realidad era mentira... Y después le expliqué lo que ya le he dicho tantas veces: que en ocasiones tenemos que hacer cosas que no nos gustan tanto como otras, pero que intente hacerlo más llevadero pensando que eso será un momentito, y que después vendrá algo que le gusta más.
Cuando ya parecía que habíamos sorteado el problema, tanto que incluso se rió muy a gusto con el cuento y me aseguró que había entendido que no estaba bien mentir porque sino el día que dijera la verdad no le creería, en el momento de estar con las luces apagadas y abrazados, empieza a llorar y a decirme que al día siguiente no quería ir al cole porque no le gusta pintar, que había examen y tenían que pintar un tren muy grande, con muchas cosas.
Nos levantamos y fuimos a buscar algún libro de los muchos que tiene para pintar, cogimos colores y casualmente encontramos un tren. Le dije que mirara el dibujo y pensara cuántas partes le parecía que tenía (tres: máquina, vagón y ruedas), que en vez de ver el tren entero, con todas las cosas, pensara por partes, y las fuera pintando una por una. Entre los dos fuimos pintando,cada uno eligiendo la parte que quería pintar, y parece que algo le alivió, ya que cuando llevábamos medio tren dijo que ya estaba bien, que nos íbamos a dormir. A la mañana siguiente lo fuimos comentando de camino al cole y parecía que, al menos de momento, había encontrado la manera de no agobiarse.
Pero eso era la semana pasada, hoy ha sido cuando ha entrado llorando porque no quería pintar...





1 comentario:

  1. Pobrecillo... pues es cierto, si no le gusta.. pues no le gusta!!

    Gracias por tu comentario, nos seguiremos viendo por aquí, besos!

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