miércoles, 23 de octubre de 2013

Totalmente de acuerdo, pero...


Estoy totalmente de acuerdo con esta reflexión, pero a veces es frustrante ver que nuestros esfuerzos no tienen frutos. Pero no es cierto, se por experiencia propia que todo esfuerzo tiene su recompensa, mi hijo mayor es la prueba y me lo demuestra todos los días, y aún así no puedo evitar sentirme triste y desilusionada.
Hay días en los que la paciencia y la comprensión brillan por su ausencia, en los que no consigo ponerme en su lugar y entender por qué actúa así. Hay que aceptarlos como son, no intentar cambiarlos, pulirles, en todo caso. Y no deja de ser un niño de casi 6 años, impulsivo, que actúa como siente y no se para a pensar antes.
Yo soy la que me tengo que parar a pensar y reconocer que en el fondo se parece a mí. No hace tanto que yo dejé las malas formas, de hecho todavía las utilizo, y siempre me arrepiento. A mi edad, mi modo de actuar lo veo como una forma de protegerme de las desilusiones, del daño que te pueda hacer la gente, pero a la suya...
No puedo pensar que a él le va a pasar lo mismo, somos parecidos, pero no iguales. No puedo dejar que mis miedos le marquen el camino, le coarten y le digan cómo no actuar. En cambio, dejaré que mi juicio le guíe y le muestre las consecuencias de sus actos, cómo repercuten en los demás y cómo eso puede influir en sus relaciones con el resto de la gente.

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