Ya no pido silencio, sé que es misión imposible. Solo pido poder oírme mientras pienso. Que los demás no piensen en voz alta. Que no interrumpan mi diálogo interior.
Cuando no están los echo de menos. El silencio se puede tocar, la casa se hace grande y las cosas no cambian solas de lugar.
No son ellos, soy yo, lo sé. A estas alturas del verano estamos saturados los unos de los otros, pero mientras mi energía mengua la de ellos parece que se alimenta de mí.
No sé qué espero con más ganas, si las vacaciones de verano o la vuelta a la rutina. De todas formas, estoy convencida de que cada fase existe para echar de menos la otra, y también para disfrutarla.
Buenos días amiga has dicho una gran verdad , a veces detestamos la rutina y otras la deseamos , es la contradicción del ser humano .Todas las cosas de la vida en su justa medida con agradables los excesos o las carencias son las que detestamos .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y ffeliz jornada , ya queda menos para esos silencios en tu interior .
Ya veo a los tan deseados silencios a la vuelta de la esquina :-D
EliminarBesos.
Sabia reflexión al final, siempre queremos lo que no tenemos, independientemente de si lo hemos tenido ya o no.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Por qué será que nunca nos limitamos a disfrutar de lo que tenemos? Sobre todo cuando sabemos que lo que añoramos, tarde o temprano, llegará.
EliminarBesos.
lo bueno de unas vacaciones de verano que no son exactamente idílicas, es que vuelves a la rutina con muchas ganas. en mi lugar de veraneo, ya hace años decidí que sólo leería libros tipo ensayo, que los puedes retomar sin perder el hilo aunque te interrumpan, o aunque durante un día entero no te haya dado tiempo a leer nada. en cambio, una novela hay que leerla de manera más disciplinada, porque si no te pierdes.
ResponderEliminarabrazos!
Es cierto, hay lecturas que solo se pueden disfrutar en ciertas épocas.
EliminarBesos.
Es que el verano es muy largo, esto no hay quien lo aguante, ánimo!
ResponderEliminarY mira que soy de las que lo espera con ganas, por eso de no tener que madrugar ni compromisos que nos obliguen a tener horarios... pero al final resulta que todo eso que tengo ganas de perder de vista es lo que mejor nos sienta.
EliminarBesos.
Yo quiero silencio pero ese no lo tendré jajaja
ResponderEliminarabrazos
Todo llegará, tranquila ;-)
EliminarBesos.
Bendito septiembre, es lo que pensaría yo xD Yo directamente me iría muy, pero que muy al norte, lejos de los conciertos de taladro...
ResponderEliminarEl norte suena bien :-D
EliminarBesos.
Eso resume el estado de cualquier situación. O nos cansa porque la tenemos o la deseamos porque no. Maravilloso texto.
ResponderEliminar¡Correcto!
EliminarBesos.
Qué lindo post... Espero te quede un ratito para escucharte a ti misma...
ResponderEliminarBesos al alma y buen inicio de semana, te sigo.
Bienvenida Paula.
EliminarAlgún ratito queda, pero hay épocas en las que son demasiado escasos.
Besos.
Ja, ja, te entiendo perfectamente!! La vuelta a la rutina es esencial!!! (aunque yo sigo de vacaciones durante unos días más y también los disfruto). Es muuuuuuy necesario que nos dejen oírnos los pensamientos, uff. Paciencia.
ResponderEliminarBesitos
Los últimos días de vacaciones antes de la rutina se disfrutan de una manera especial, por mucho que desees que llegue la rutina :-D
EliminarBesos.
Echar de menos también puede ser agradable. Me gusta tu blog. Un beso
ResponderEliminarLa verdad es que sí, sobre todo si lo que echas de menos se acerca ;-D
EliminarMe alegro de que te guste mi blog, y de que me lo digas; se agradece.
Besos.