El secreto del orfebre

  

Imagen de Internet

 

Tres épocas distintas, dos personas y un amor. La vida les da la oportunidad de conocerse dos veces por primera vez siendo personas distintas, invirtiendo las posiciones y aun así se enamoran en cada ocasión. Eso debería de ser más que suficiente para confirmar que están hechos el uno para el otro, pero parece que el destino no está de acuerdo. 

 

Este libro me ha sorprendido en dos aspectos. El primero, que justo lo que más me atrae de él es lo que no ha gustado en las críticas negativas que he leído: los saltos en el tiempo. Es cierto que pueden parecer fuera de lugar, como si no «pegaran» con el resto, pero en mi opinión le da un toque especial. Eso sí, o te gusta o no te gusta. Y el segundo es que aunque el final no sea feliz, no me he quedado triste. Es como si el final fuera el que tiene que ser, aunque mi corazón hubiera deseado otro.

Si necesitáis algún otro aliciente para leerlo deciros que es cortito y se lee rápido.

 

Agradezco pertenecer al Club de Lectura. Sí, sobre todo cuando como en esta ocasión el libro que leemos me gusta. Pero hoy echo la vista atrás y veo los años que han pasado, las personas que he conocido y la cantidad de historias que he leído. Formar parte de este club es como ponerle más azúcar a ese dulce que es para mí cada libro.

Las lecturas conjuntas que ha propiciado Internet y que están muy bien no tienen ese factor físico. Opinar sin ver a la otra persona nos hace atrevidos, pero hacerlo cara a cara nos hace valientes. Dar tu opinión, argumentarla en la medida de tus posibilidades, aceptar que en ocasiones no sea compartida y valorar el porqué de los demás puede llegar a ser un trabajo de crecimiento personal.