lo que para uno mismo son razones de peso, a otros les pueden sonar a excusas. yo por eso prefiero hacer lo que buenamente pueda, sin dar muchas explicaciones... besos!
Al final, quien tiene la última palabra es la persona, pero dependiendo de la situación, por lo que ambas son determinantes, siendo una dependiente de la otra, como una especie de simbiosis en la que una depende de la otra.
Me parece que a más de uno el confinamiento les ha dejado sin fuerzas para nada... la pereza como todo, es un hábito que se puede instaurar en 21 días, y llevamos 50 del sofá a la cocina, uff.
Yo también adoro las excusas. Un beso
ResponderEliminarAdemás, una excusa no deja de ser una razón ¿no? 😉
EliminarBesos.
Me muevo más entre la razón y el corazón.
ResponderEliminarSeguramente sea lo más sensato 😊
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Razón y excusas contrapuestas pero necesarias para llegar a un fin ..
ResponderEliminarUn abrazo !!
Se necesitan y se complementan.
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Las razones nos ayudan a entendernos mejor.
ResponderEliminarAbrazos.
Son el diálogo interno que necesitamos para tomar (o no) decisiones.
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lo que para uno mismo son razones de peso, a otros les pueden sonar a excusas. yo por eso prefiero hacer lo que buenamente pueda, sin dar muchas explicaciones...
ResponderEliminarbesos!
¡Exacto! 😄
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Que no nos falte razones.
ResponderEliminarTe dejo mis cariños para este finde.
Hay quien incluso tiene demasiadas 😅
EliminarRecibí tus cariños; recibe mis besos.
Mientras sobren... Como debe ser.
ResponderEliminarUn saludo.
«Más vale que sobre, que no que falte» 😉
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Es como eso que dicen...
ResponderEliminarMe sobran motivos para echarte de menos.
Besos.
Siempre 😘
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Las excusas pueden ser razones para hacer otra cosa, igual que las razones pueden ser excusas para no hacer otras.
ResponderEliminarBesos
¡Correcto!
Eliminar¿Y de quién depende, de la persona o de la situación? 🤔
Besos.
Al final, quien tiene la última palabra es la persona, pero dependiendo de la situación, por lo que ambas son determinantes, siendo una dependiente de la otra, como una especie de simbiosis en la que una depende de la otra.
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Vamos, que nos hace falta un poco de las dos cosas 😉
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Depende de para qué.
ResponderEliminarBesos.
Cuando y con quien... 😉
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Me parece que a más de uno el confinamiento les ha dejado sin fuerzas para nada... la pereza como todo, es un hábito que se puede instaurar en 21 días, y llevamos 50 del sofá a la cocina, uff.
ResponderEliminarLa pereza es peligrosa: llega fácil pero difícil se va 😂
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A puñados.
ResponderEliminarIgual son demasiadas... 😅
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