lunes, 30 de mayo de 2022

De tu cuello al cielo (1ª parte)


Imagen de Internet

El dilema más grande al que me enfrentaba últimamente era el de decidir qué te mordería primero, los labios o el cuello.
¡Ja! Como si fuera a tener la posibilidad. Era tal mi obsesión que investigué entre mis antepasados no fuera a ser descendiente de Drácula y yo sin saberlo.
Empecé a evitarte porque eso me resulta más fácil que no mirarte cuando te tengo delante. Y quien dice mirarte dice comerte con los ojos, para qué nos vamos a engañar. Además, me siento como una acosadora. 
Ya no soy una cría, que no deje de soñar despierta a todas horas no quiere decir que no sepa distinguir fantasía de realidad. Y aunque la fantasía que alimento todas las noches tiene tu nombre, la realidad es que no hemos cruzado más palabras que saludos de cortesía entre vecinos.
Como casi siempre coincidimos en el ascensor ahora subo y bajo por las escaleras.  Ya no te veo, pero por lo menos los escalones han conseguido con mi culo y mis piernas lo que no han hecho semanas de sentadillas. Aun así eso no me compensa no verte, no compartir contigo ese espacio mínimo e íntimo que nos brindaba el ascensor. 
Me gustaba cuando había más gente porque eso quería decir que había menos espacio, la excusa perfecta para acercarme a ti, aunque nunca me atreví a hacerlo lo suficiente como para ni siquiera rozarte, pero sí para olerte: a limpio y recién duchado cuando nos encontrábamos por la mañana y a sudor y cansancio al final del día.

La sabiduría popular es sabia, de ahí el nombre, por eso viendo que evitar encontrarme contigo no era suficiente para no pensar en ti decidí poner en práctica el dicho que más me convenía en ese momento: lo mejor para olvidar es el alcohol.
Así que en la cena de empresa decidí dejar mis habituales cervezas con limón para pasarme al vino tinto y el chupito de despedida lo cambié por un gin lemon. Fue una mala decisión... o no.
Acostumbrada a las escaleras no pensé en coger el ascensor aunque ya era muy tarde y sabía que no me encontraría contigo. En lo que sí pensé es en el tiempo que hacía que no te veía y si volvería a recaer si por una vez cogía el ascensor a la misma hora que tú. Me extrañó no llegar demasiado cansada a mi piso, pero no le di importancia porque iba pensando en ti y porque el alcohol me hacía sentir como si estuviera en un barco; mareada y andando de lado a lado. No me sorprendió no acertar con la llave a la primera, ni a la segunda, ni a la... ¡espera! No, esta es la llave ¿porqué no puedo abrir la puerta? Y como si Alí Babá hubiera dicho «ábrete Sésamo», la puerta se abre y apareces tú.
 
Continuará...

Mi Otra Yo
 

18 comentarios:

  1. obsesión o amor ..esperare a ver que pasa . Un besazo y feliz semana.

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  2. Has conseguido meterme tanto en la historia que te he "odiado" un poquito cuando leí...continuará y eso que iba avisada con lo de 1era parte.
    Genial!
    Porfi que la 2da parte llegue pronto.
    Besos

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    1. Te entiendo porque a mí también me pasa Prozac. No soporto quedarme a medias, y originalmente el texto era solo esta entrada, pero mientras la escribía en mi cabeza se iba creando una segunda parte que no me pude resistir a escribir.
      Para el jueves tengo programada la segunda y última parte. Espero que también te guste.

      Besos.

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  3. Amor platonico
    japonés?.

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    1. Las generaciones de ahora lo llamarían «crush» o «bias», pero creo que «amor platónico» es mucho más bonito.
      Solo has fallado en una cosa Orlando, es coreano, no japonés ;-)

      Besos.

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  4. Me gusta la historia y sobre todo el gusto en los detalles que pones. Lo que no puedo hacer es ni atreverme a especular por lo que viene. Porque el final es tan indesperado que sólo tu sabes lo que toca después. Aquí estaré, por supuesto. Besos

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    1. El jueves conocerás el final. Solo espero que esté a la altura de tus expectativas.

      Besos.

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  5. Que siga!! que siga... !! Me encanta cuando estas en esta modalidad

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  6. Se da poco este tipo de entradas, que de largas, deben hacerse por entregas. Me gustan mucho y a veces sin que sepamos por qué, la historia en sí lo requiere.

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    1. Mientras escribía la entrada una segunda parte que no tenía planeada se escribía sola en mi cabeza, así que en este caso ha sido sin saber por qué, pero la historia lo requería, como tú dices.
      Es la primera vez que lo hago, no sé si lo repetiré. A mí no me importa leer entradas largas, pero a veces sí que pienso que haya quien se pueda cansar o que al ver la extensión del texto pase directamente de leerlo. Tengo una entrada bastante más larga programada para la semana que viene, y esa por ejemplo no pedía ser entregada en dos partes.

      Besos.

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  7. Ah, sí. Llegan a ocurrir esas fantasías con vecinas. Lo malo es que pocas veces se cumplen.

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    1. Si se cumplen pocas veces ya son más de las que se han cumplido en mi vida.

      Besos.

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  8. Qué ganas de leer la continuación. Un beso y feliz día 💋

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