Como el guisante del cuento que no deja dormir bien, siempre hay un guisante molesto en mi vida. Es algo que no puedo remediar y con lo que tengo que convivir, una situación incómoda por la que tengo que pasar, una persona desagradable con la que tengo que tratar... En todo caso, es complicado y difícil de solucionar. ¡Ojalá fuera tan fácil como quitar una legumbre de debajo del colchón!
De hecho es algo que no tiene solución. Siempre habrá un guisante que moleste, así que lo mejor sería acostumbrarse a él, minimizarlo lo máximo posible, ya que no se puede eliminar. Pero no es justo. No es justo que nos tengamos
que resignar a vivir con esa molestia hasta el punto de acostumbrarnos y creer que no molesta... hasta que deja de
hacerlo. Porque no te engañes, cada vez que consigas quitar un guisante de debajo del colchón, aparecerá otro.
Y por eso, porque el mundo está lleno de granos en el culo, porque siempre habrá algo o alguien molesto que se haga notar sobre el resto de cosas buenas, intentemos darle más importancia a lo bueno, a lo que nos aporta, a lo que nos hace felices, a lo que consigue que ese guisante pase desapercibido y no perturbe nuestros sueños.
Mi Otra Yo
Hay que convivir con ellos, sin duda. A mí me funciona el cagarme en todas las deidades y vírgenes que la humanidad a inventado. A veces incluso en los creyentes. Total, soy un don nadie y no me pasará como a Willy Toledo. Cada cual encuentra su remedio. Por supuesto, las cosas buenas siempre tendrán más importancia. Lástima que cosas buenas no ocurren en todo el mundo.
ResponderEliminarYo no suelo hacer lo de cagarme en todas las deidades, pero la verdad es que las pocas veces que lo he hecho me he quedado muy a gusto. Soy más de aguantarme o de protestas comedidas entre los más allegados.
EliminarBesos.
A veces es mejor no darles esa importancia que se creen ahí es donde más les duele , la indiferencia aunque por dentro te escueza. Un fuerte abrazo .
ResponderEliminarEl arte de la indiferencia requiere mucho esfuerzo y práctica Campirela, pero sin duda funciona.
EliminarBesos.
Efectivamente, siempre tiene que haber algo que nos recuerde que la vida no es un paseo, sino un camino con sus luces y sus sombras. Al menos se puede elegir, como tú dices, quedarnos con lo bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay que esforzarse un poco, pero vale la pena.
EliminarBesos.
Siempre hay algo. Así es la vida. Un beso
ResponderEliminarSí Susana. Y hay que asumirlo cuanto antes mejor.
EliminarBesos.
Yo estalló los granos,
ResponderEliminarde momento no me va
mal, welcome back
Mari .
Has encontrado tu propio método y te funciona Orlando. Eso es lo que cuenta.
EliminarGracias por la bienvenida. A ver si puedo volver a mantener un ritmo.
Besos.
me identifico con eso. cuando estoy pasando por una época bonita, aparece alguien con afán de protagonismo estropeándolo todo... yo tengo muchos defectos, pero no le complico la vida a nadie.
ResponderEliminarbesos!
Hay que convivir, no amargar la existencia a los demás.
EliminarBesos.
Algo así como, mira como jode este grano... pero que atardecer tan hermoso... !! Ahí está el secreto... be happy
ResponderEliminarJajaja
EliminarJusto así Pau ;-)
Besos.
No dejo de pensar en lo que dices. Mis guisantes siempre son un par. Alguno en el trabajo y alguno entre los vecinos. Quiero centrarme en lo bueno pero cuesta. A veces pisoteo personalmente esos guisantes pero como dices te aparecen otros. De todos modos quiero aspirar a esa calma porque lo bueno existe. Cada día tengo también de eso. Besos
ResponderEliminarP.D. Excelente ilustración la que eliges. Es la calma que queremos hecha dibujo
Solo te falta un guisante también entre los familiares y ya estarían cubiertas las tres parcelas de la vida en las que no podemos elegir con quien juntarnos.
EliminarCuesta centrarse en lo bueno, pero a veces creo que algo de mérito hay de darles también a los que molestan porque gracias a ellos apreciamos más cualquier detalle agradable del resto.
Estuve buscando con qué ilustración acompañar el texto y en cuanto la vi pude imaginar lo desapercibido que pasaría un guisante en esa cama.
Besos.
¿Por qué resignarse ante aquella molestia de la que no se puede librar? Entiendo el comprender que es inevitable. Pero no es razón para aceptarla, para resignarse.
ResponderEliminarOdio tener acufenos.
Besos por dos.
Pues lo ideal sería no resignarse ¿verdad? Pero supongo que cada uno tiene su manera de llevarlo, y teniendo en cuenta que sino es un guisante será otro...
EliminarBesos.
Yo también creo que siempre habrá guisantes. Como mucho puedes machacarlos y hacer un puré para hacerlos más llevaderos y saborear despacio las cosas que merecen la pena.
ResponderEliminarEl caso es no dejar que nos fastidien más de la cuenta Dorotea, y el método del puré también me parece interesante.
EliminarBesos.