Imagen creada a partir de ilustraciones de endmion1. Instagram
No sé si soy la persona con tendencia a hundirse o la que hasta ahora ha logrado salir a flote en cada ocasión.
Conviven y se complementan. Saben lo que necesito y siempre consiguen que me supere. Por cada momento de contemplación permitido me exigen otros de esfuerzo: me dejan recuperar fuerzas para poder demandar más de mí. La sensación de sentirme explotada desaparece cuando disfruto de los resultados. Entonces les doy las gracias por estar siempre ahí.
Mi Otra Yo
No siempre dos son multitud.
ResponderEliminarA veces es la cantidad mínima necesaria para que algo funcione.
EliminarBesos.
No hay luz sin sombras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las dos son necesarias.
EliminarBesos.
Todo esfuerzo recuerda que tiene recompensa , pero que esa recompensa no te limite a ser tu misma. Un besazo.
ResponderEliminarY esa recompensa es la que nos anima a seguir.
EliminarBesos y feliz fin de semana.
El único pero de todo eso es el "me exigen". Tercera del plural mal. La exigencia solo ha de venir de tí misma. Los demás solo te pueden sugerir o pedir educadamente, nunca exigir. De todos modos tengo que confesar que me identifico con las luces y sombras de ese día a día en el que a veces sentimos que hacemos demasiado. Besos
ResponderEliminarBueno, como en este caso esa tercera persona del plural sigo siendo yo misma todo queda en casa 😉
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sí, supongo que todos tenemos, en mayor o menor medida, cierta tendencia al desaliento. pero aquí seguimos, mal que bien.
ResponderEliminarademás, desanimarse de vez en cuando es bueno, porque aprendes a identificar esa emoción y a gestionarla lo mejor posible...
besos!
Es un sube y baja, un tira y afloja. El caso es sobreponerse y aprender.
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Ah, genial entonces que tengas esa "compañía" tan motivadora!! Qué suerte la tuya!
ResponderEliminarBesos
Siempre estoy acompañada Rosana 😅
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La vida son retos. Un beso
ResponderEliminarRetos a los que tenemos que plantarle cara, o por lo menos intentarlo.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue te crees tú
Eliminareso .
Solo sois dos?
ResponderEliminarNosotros somos cientos dentro de Toro Salvaje... ni te imaginas las peleas.
Siempre somos dos y en ocasiones tres. Si fuéramos cientos no sé yo cómo acabaría la cosa.
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Somos seres diversos, multifacéticos, con infinitas luces y sombras, con energía, con pasión, con egoísmos y fatalidades. Y muchas cosas más. Y todo eso nos compone para que podamos existir.
ResponderEliminarTe dejo besos!
Tan simple y tan complicado a la vez, que incluso la más sencilla de las personas tiene sus batallas internas, seguro.
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Que buena pregunta para hacerse. Y la otra parte conteste Y yo que sé.
ResponderEliminarPuedo entenderlo. Y sospecho que yo soy el otro.
Besos para las dos.
«Y yo que sé» creo que es una respuesta que todos hemos tenido en la punta de la lengua más veces de las que queremos reconocer.
EliminarBesos de las dos.
¡Holaaa!
ResponderEliminarInteresante reflexión, y la imagen me ha gustado mucho, creo que acompaña muy bien al texto.
¡besotes!
Me alegro de que te haya gustado Irene.
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Todos llevamos dentro un poli bueno y un poli malo ¿verdad?
ResponderEliminarVa un beso.
Muy bueno, me dejaste pensando. Yo me enfado con la que me explota y le digo que tanta responsabilidad no es buena. A veces, solo a veces, me hace caso.
ResponderEliminarBesitosss
Simpre hay una que es desobediente, tan molesta como necesaria.
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Y quién puede decir que no deberíamos ser dos?
ResponderEliminarNadie Daniel. De hecho creo que como poco deberíamos ser dos.
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