lunes, 3 de enero de 2011

Encontrándole la gracia

Por lo general los bebés son graciosos, monos, entrañables... Por muy poco o nada que te gusten los críos un bebé siempre se mira con una pizca de ternura, como poco.
Pero llega una edad en la que conforme crecen "pierden la gracia", y te preguntas que ve la gente, que ven los padres en sus hijos de 3, 4, 5 o más años.
Pues ahora sé que lo ves todo, que tu hijo es y será siempre tu hijo, y que cada edad y cada etapa tiene su gracia, su miga, su chispa.
Rodrigo ha cumplido 3 años, y aunque ya no es un bebé, ya no tiene esa gracia de la que hablo más arriba, tiene otras muchas.
Cada etapa tiene su encanto, supongo, y no se cuál será el que tenga Rodrigo a los 15 años, pero de momento voy a disfrutar del momento que estamos viviendo.

2 comentarios:

  1. Mari, mi nene tiene casi cuatro años, y nos reímos a rabiar con él, por sus ocurrencias, sus ideas, su chispa. Es un niño tan simpático y gracioso que te hace sonreir a cada momento.

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  2. Antes de mi hijo no había tenido demasiado trato con niños pequeños, entre otras cosas porque no me "atraían". Y yo veía lo más evidente, que un bebé es mono y todas esas cosas.
    Ahora con Rodrigo veo que conforme crecen todo lo que tienen es por "mérito propio", me explico: de bebés les basta con ser bebés, ya es un placer y una ternura simplemente mirarlos. Pero a la vez que crecen añaden personalidad y cualidades a su forma de ser, pueden ser graciosos, fuertes, cariñosos, intrépidos,... no sé si me explico.
    Rodrigo acaba de cumplir tres años, y como os pasa a vosotros, no dejamos de reírnos con él y las cosas que aprende día a día. Además, siempre ha sido muy cariño, pero cada día va a más, y me encanta que sea él el primero que viene a darme un beso de esos que te dejan sin respiración.
    Besos.

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