No han faltado mujeres que me dijeran que el segundo parto se lleva mejor porque ya sabes a dónde vas; ya sabes lo que te espera; es más rápido porque como el primero hizo el camino el siguiente lo tiene más fácil para salir… y cosas por el estilo.
Y arriba he puesto mujeres, no madres, porque esto me lo han dicho muchas, tanto si han sido madres como sino, tanto si han tenido un hijo como varios. Así que supongo que esta es una de las muchas cosas que como las has oído siempre las tomas como ciertas, sin ni siquiera pararte a pensar antes de hacer cierta afirmación.
Yo todavía no se si mi segundo parto será más fácil y rápido (sea por los motivos que sea), pero os puedo asegurar que estos días previos estoy más nerviosa que en el primero, y que sigo teniendo los mismos miedos y preocupaciones que la primera vez, y eso que se supone que sé a dónde voy y lo que me espera.
Mi primer parto no fue traumático, ni de esos que cuentan que te mueres de dolor (la epidural tuvo mucho que ver). Pero aún así, cuando pienso en el momento, cuando pienso en el dolor, tengo miedo.
He leído artículos y visto vídeos en los que parir con placer, literalmente, es posible, incluso tener un orgasmo durante el parto. Claro que para que esto ocurriera el parto se ha dado en una situación muy concreta: un parto respetado, en casa, sin prisas, respetando los ritmos de la mujer y el bebé, dejando hacer a la madre pero sin dejar de atenderla en todo momento, permitiéndole seguir sus instintos y necesidades.
Es el concepto que tenemos del dolor lo que nos hace sufrir, tenerle miedo, no reaccionar bien en los momentos de sufrimiento.
Pero ahora, aquí sentada, nerviosa y ansiosa por ver la cara de Gonzalo, tenerlo en brazos y ofrecerle mi pecho, intentando darle otro sentido al dolor, no consigo alejar el miedo.
Y se, como cualquier madre, que en un parto el dolor merece la pena, que la recompensa supera con creces esas horas de contracciones, de dolores, de sufrimiento, pero…
Creo que hace falta mucho más que unos cuantos pensamientos para sentir de otra manera el dolor, para no tenerle miedo.Que hay que entrar muy adentro de una misma y borrar todo lo que tenemos grabado hasta ahora en nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestros recuerdos para sentirlo de otra manera.
Yo no me acuerdo de lo que te dije en el otro post. Creo que fue algo así como que con la primera mi cabeza decía "si puedo echo marcha atras...", pero con la segunda ni lo pensé, sólo "adelante que ya queda menos...". Pues eso. Me reitero.
ResponderEliminarBesicos!!
Seguro que tendrás un parto mucho más precioso de lo que crees!!! Ya estará Gonzalo llegando?
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!!!
Que sí, que acabo de ver en Facebook que ya llegó Gonzalo!!! Muchísimas felicidades a toda la familia!!!!
ResponderEliminarEl dolor siempre se ve diferente desde lejos, sobre todo si ya lo has pasado, y más si te deja a un hijo entre los brazos.
ResponderEliminarGracias chicas.
Mari.