Un detalle:
Solo veo esa gota de sudor resbalando por su cuello.
La escena completa:
Se encuentran siempre en el mismo sitio y a la misma hora; aunque no lo saben, también coinciden en sus fantasías.
Sudados, agotados y sin aliento es el mejor momento después de la carrera. Verse en ese estado es la recompensa al esfuerzo físico y por eso vale la pena madrugar para hacer ejercicio.
«Solo veo esa gota de sudor resbalando por su cuello. No puedo dejar de mirarla. La sigo hasta verla morir en el hueco de su clavícula, donde se convierte en mar. Quiero lamer esa gota y beber de ese mar». Piensa él.
«Contemplo su pecho subir y bajar por el esfuerzo y lo único que deseo es convertirme en esa camiseta sudada que se pega a su cuerpo como una segunda piel. Mi respiración se acompasa a la suya e imagino que soy la prenda que lo cubre y a la vez la que le quiero quitar». Piensa ella.
«Contemplo su pecho subir y bajar por el esfuerzo y lo único que deseo es convertirme en esa camiseta sudada que se pega a su cuerpo como una segunda piel. Mi respiración se acompasa a la suya e imagino que soy la prenda que lo cubre y a la vez la que le quiero quitar». Piensa ella.
Se desean, es evidente, pero disimularlo lo hace más excitante. Saben que pronto no tendrán suficiente con eso. Como también saben que a esas horas pasa tan poca gente por la calle que bien podrían hacer lo que les apetezca y no les vería nadie. Por eso sienten que cada encuentro solo sirve para confirmar que se acerca el momento de cambiar los suspiros contenidos por gemidos de alivio.
Hoy, otra vez, se lo han dicho todo sin decirse nada.
Mi Otra Yo
Al leerte se apoderó de mí la impaciencia, jajaja. Es bonito ese tiempo de seducción, de desearse sin decirse nada, pero tal vez porque ya no tengo 20, ni 30, ni... (para qué contar), pienso que el tiempo hay que aprovecharlo.
ResponderEliminarMe hiciste recordar años atrás cuando me encontraba con un amigo, jugador de rugby, cuando madrugaba para correr (él, yo volvía de juerga). Se paraba a hablarme y yo no podía apartar mis ojos de sus piernas. Nunca me he sentido tan ridícula, pero realmente no sabía evitarlo. También nos lo dijimos todo sin decirnos nada. Siempre.
Me gustó el relato
Besos
Son bonitos e intensos esos recuerdos. Yo creo que todos guardamos momentos de esos, de los que nos lo dijimos todo, pero si decir nada.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Besos.
el juego de miradas en un gimnasio es intenso, si lo que hablan son los cuerpos...
ResponderEliminary las mentes como se nota en el buen y sensorial relato... saludos!
La mente es muy poderosa.
EliminarLa forma de pensar de una persona puede atraer incluso más que el cuerpo, y esa atracción no tiene límites.
Besos.
Tengo un problema (bueno, vale, tengo más de uno) con este tipo de relatos, y es que me considero todo lo contrario a un voyeur, me es muy difícil contar algo de dos personas ajenas o incluso leerlo. Pero haré un esfuerzo y diré que lo mejor que pueden hacer los dos es quitarse la tontería, jajaja
ResponderEliminarUn beso tonto!
Leer cualquier novela es leer sobre personas ajenas ¿no?
EliminarA veces cuanto más tiene de fantasía, o menos de nosotros, más fácil es contar algo de otras personas.
Besos.
Una historia bastante intensa.
ResponderEliminarEstá claro que una simple mirada puede decir mucho más que con simples palabras.
Besos
Y además no hay problema con el idioma 😄
EliminarBesos.
Una historia donde la sensualidad reside en esa gota de sudor...
ResponderEliminarMe ha gustado el enfoque que le has dado .
Muy buenas noches.
Me alegro de que te gustara Campirela.
EliminarBesos.
Me ha parecido excelente. Bien escrito, muy bien escrito. Lleno de sugerencia. Sensual. Un gran texto, sin duda. Besos
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado Sergio.
EliminarBesos.
Uff, qué calor tengo en estos momentos, y eso que en nuestro Santander, hoy hace 18 grados...
ResponderEliminarBesos
jajaja Rosana, habrá que dejar estos textos para días más frescos 😆
EliminarBesos.
Me ha encantado. Es que las historias de miradas, de comunicarse con miradas, me encantan. Esta, además, es tan sugerente. Un relato estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo,
DH
Me alegro mucho de que te haya gustado Dorotea.
EliminarLas miradas pueden hacer soñar, y otras cosas 😉
Besos.
Que hermosa sensualidad,
ResponderEliminara veces que las miradas dicen
todo y otras te provocan,
un gusto visitarte.
Besitos dulces
Siby
Hola Siby. Bienvenida.
EliminarLas miradas hablan y acarician, son todo un mundo.
Besos.
Yo me digo a mi misma: ¡Mira que te lo tengo dicho! y tú, erre que erre... 😊
ResponderEliminarTe escribí (a veces me falla) ya me dirás si lo recibiste.
Besitos bonita.
Da igual, a veces no aprendemos, por mucho que nos repitamos las cosas.
EliminarRecibí tu mensaje 😉
Besos.
Seguro que también se ven en sueños
ResponderEliminarJusto ahí es donde lo dicen todo, de verdad.
EliminarBesos.