Esta mañana, cuando ha sonado el despertador, lo primero que he pensado es que he dormido toda la noche del tirón.
Normalmente me levanto todas las noches, por lo menos una vez, para hacer pis. Y también suelo despertarme antes de que suene el despertador. Pero esta noche no. De hecho, no recuerdo nada después de haber apoyado la cabeza en la almohada.
Casi siempre me acuesto unos minutos antes que los niños y leo un poco, así que me da tiempo de ver a mi hijo mayor pasar al baño para lavarse los dientes (o por lo menos de escucharlo, si ya he apagado la luz), y de que vengan los dos a darme un beso y desearnos buenas noches. Pero ayer ni eso.
Recuerdo no haber leído porque tenía mucho sueño, apagar la luz y poner la cabeza sobre la almohada, y nada más. Ni siquiera darme una vuelta hasta encontrar la postura.
De vez en cuando, viene bien dormir como sino hubieran problemas ni preocupaciones. De vez en cuando, mi cerebro descansa.
Casi siempre me acuesto unos minutos antes que los niños y leo un poco, así que me da tiempo de ver a mi hijo mayor pasar al baño para lavarse los dientes (o por lo menos de escucharlo, si ya he apagado la luz), y de que vengan los dos a darme un beso y desearnos buenas noches. Pero ayer ni eso.
Recuerdo no haber leído porque tenía mucho sueño, apagar la luz y poner la cabeza sobre la almohada, y nada más. Ni siquiera darme una vuelta hasta encontrar la postura.
De vez en cuando, viene bien dormir como sino hubieran problemas ni preocupaciones. De vez en cuando, mi cerebro descansa.
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