Y no me refiero a riqueza, belleza, suerte, amor o salud, no, me refiero a los productos necesarios para ducharse.
Ahora que lo pienso, ahora que lo digo, como que me da vergüenza y todo, pero entre unas cosas y otras, cuando me ducho utilizo 6 cosas: champú, acondicionador, alisador para el pelo, un peine para repartir bien el acondicionador y el alisador, gel y desodorante.
Si estás en casa no parece tanto porque no llevas todo esto arriba y abajo, pero es que como voy prácticamente todos los días al gimnasio, sí que lo llevo arriba y abajo.
Y a lo anterior habría que añadir la crema hidratante corporal y otra crema reparadora para los pies.
Pero bueno, que me voy del tema. Todo esto venía a que cuando estoy en la ducha del gimnasio no soy la única que lleva tanto bote, de hecho parece lo normal. Lo que no parece normal es llevar solo 1. Pero se puede, yo lo he visto. Y dos veces. En dos personas diferentes.
¿Podría yo hacer lo mismo? Pues creo que no, sinceramente. De hecho ha sido con los años que he ido aumentando el número de productos que utilizo a la hora de la ducha, y ha sido para mejor.
Antes, por ejemplo, no utilizaba alisador para el pelo, y siempre estaba descontenta con él, porque no lo tengo ni liso, ni rizado, ni gracia para peinarme. Ahora me compensa el minuto de más que le dedico en la ducha por todo lo que me ahorro después.
Tampoco me ponía crema hidratante, así que tenía la piel tan seca que parecía que tenía escamas.
Lo mismo con los pies, a los que solo les prestaba atención en verano, cuando tenía que enseñar mis talones agrietados al llevar sandalias. Igual, me compensa dedicar un par de minutos cada día si me ahorro grietas dolorosas y unos talones feos.
Y ahora que lo pienso, ¿añadiré algún producto más con el paso de los años?
Habrá que esperar a verlo.
Ahora que lo pienso, ahora que lo digo, como que me da vergüenza y todo, pero entre unas cosas y otras, cuando me ducho utilizo 6 cosas: champú, acondicionador, alisador para el pelo, un peine para repartir bien el acondicionador y el alisador, gel y desodorante.
Si estás en casa no parece tanto porque no llevas todo esto arriba y abajo, pero es que como voy prácticamente todos los días al gimnasio, sí que lo llevo arriba y abajo.
Y a lo anterior habría que añadir la crema hidratante corporal y otra crema reparadora para los pies.
Pero bueno, que me voy del tema. Todo esto venía a que cuando estoy en la ducha del gimnasio no soy la única que lleva tanto bote, de hecho parece lo normal. Lo que no parece normal es llevar solo 1. Pero se puede, yo lo he visto. Y dos veces. En dos personas diferentes.
¿Podría yo hacer lo mismo? Pues creo que no, sinceramente. De hecho ha sido con los años que he ido aumentando el número de productos que utilizo a la hora de la ducha, y ha sido para mejor.
Antes, por ejemplo, no utilizaba alisador para el pelo, y siempre estaba descontenta con él, porque no lo tengo ni liso, ni rizado, ni gracia para peinarme. Ahora me compensa el minuto de más que le dedico en la ducha por todo lo que me ahorro después.
Tampoco me ponía crema hidratante, así que tenía la piel tan seca que parecía que tenía escamas.
Lo mismo con los pies, a los que solo les prestaba atención en verano, cuando tenía que enseñar mis talones agrietados al llevar sandalias. Igual, me compensa dedicar un par de minutos cada día si me ahorro grietas dolorosas y unos talones feos.
Y ahora que lo pienso, ¿añadiré algún producto más con el paso de los años?
Habrá que esperar a verlo.
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