"Cuando creía tener claro lo que no decirle a mis hijos por su sentido negativo, me encuentro con que decir "muy bien" también está mal. O no está bien, que para el caso es lo mismo.
Y pensé "¡Joder!, es que ni decir muy bien está bien".
http://crianzarespetuosayconsciente.blogspot.com.es/2016/09/por-que-dejar-de-decir-muy-bien-los.html
La primera vez que leí sobre el tema fue hace tiempo. Hasta ahora no me había preocupado demasiado seguirlo al pie de la letra (lo reconozco) porque no abusamos del muy bien ni de ese tipo de conducta "perjudicial", y porque a mi hijo mayor todo parece darle más igual. Pero con el pequeño es diferente por cómo se lo toma él: necesita aprobación constante, y cuando hace algo te pregunta varias veces "¿a que lo hago bien?".
Y es por él por quien vuelvo a leer el artículo y a analizarme cuando le hago alguna alabanza o elogio (aunque haya momentos en los que esté más que convencida de que no sirve de nada informarse tanto ni andar con tanto cuidado)".
Siguen siendo diferentes, puede que cada día más, y también es diferente lo que necesitan.
A uno hay que empujarle, al otro contenerle, a uno hay que conseguir que confíe más en sí mismo, al otro casi hay que bajarlo de ese escalón que casi siempre está por encima de los demás, a uno hay que decirle que le ponga más empeño, que puede, al otro hay que decirle que puede relajarse, dejar de ser perfecto.
Y así andamos, entre tratar a cada uno como creemos que hay que hacerlo, según su forma de ser y sus circunstancias, y adaptar las normas del día a día a su ritmo y al nuestro.
Pero he de decir que creo que vamos bien, que somos un equipo de cuatro y que todos miramos en la misma dirección. El objetivo es el mismo para todos.
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