¿Qué tiene más poder, nuestras semejanzas o nuestras diferencias?
Si son nuestras diferencias, lo ideal sería no llegar nunca a la situación en la que podamos comprobarlo.
Tengo familiares, amigos y conocidos con muchas cosas en común, y con más de una diferencia.
En algunos casos los dos conocemos esas diferencias, pero podemos evitarlas, esquivarlas en algunas conversaciones, ya que sabemos que no llegaríamos nunca a un acuerdo. Nos respetamos mutuamente, aunque no compartamos la opinión del otro. En estos casos tienen más poder nuestras semejanzas.
En otros casos yo conozco la opinión del otro, y no doy la mía porque sé que con esa persona no existe el respeto suficiente para que acepte mi opinión. Aquí, si alguna vez diera mi opinión, sin duda tendrían más poder nuestras diferencias.
Coincido a veces con personas en situaciones que he elegido yo, como el club de lectura, el gimnasio, alguna charla sobre un tema que comparto... y pienso, "pues tenemos algo importante en común". Pero sé que eso no es suficiente como para que no haya alguna diferencia, alguna discrepancia, contra la que no sea suficiente nuestro amor por la lectura, lo bien que nos hace sentir el ejercicio físico o estar los dos a favor de la lactancia materna, por ejemplo.
Y es que ¿podría dividirse la gente en grupos totalmente iguales?
Me explico, y pongo un ejemplo que seguramente sea una barbaridad: por un lado personas que voten al PP, su equipo favorito sea el Barça y estén a favor de las corridas de toros. Por otro lado personas que voten a Podemos, su equipo sea el Real Madrid y estén a favor de prohibir las corridas de todos.
Hay gente que se odia directamente por votar a partidos políticos diferentes, y seguramente sean aficionados del mismo equipo de fútbol, o dediquen sus fines de semana a trabajar como voluntarios en un refugio para animales abandonados.
¿Y esos encuentros entre aficiones rivales en las que muere alguien en una pelea? ¿Me quieres decir que ser de un equipo diferente es motivo suficiente para pelear, para matar? ¿Cuántas otras cosas no tendrán en común más importantes que la diferencia de ser aficionado del equipo contrario?
Deporte y política son los temas que más discusiones provocan. Y es que parece que detrás de un equipo y un partido político no haya nada más en esa persona que valga la pena.
Como dice mi hijo mayor tan a menudo, y que tan poco me gusta: ¡Qué asco!
Si son nuestras diferencias, lo ideal sería no llegar nunca a la situación en la que podamos comprobarlo.
Tengo familiares, amigos y conocidos con muchas cosas en común, y con más de una diferencia.
En algunos casos los dos conocemos esas diferencias, pero podemos evitarlas, esquivarlas en algunas conversaciones, ya que sabemos que no llegaríamos nunca a un acuerdo. Nos respetamos mutuamente, aunque no compartamos la opinión del otro. En estos casos tienen más poder nuestras semejanzas.
En otros casos yo conozco la opinión del otro, y no doy la mía porque sé que con esa persona no existe el respeto suficiente para que acepte mi opinión. Aquí, si alguna vez diera mi opinión, sin duda tendrían más poder nuestras diferencias.
Coincido a veces con personas en situaciones que he elegido yo, como el club de lectura, el gimnasio, alguna charla sobre un tema que comparto... y pienso, "pues tenemos algo importante en común". Pero sé que eso no es suficiente como para que no haya alguna diferencia, alguna discrepancia, contra la que no sea suficiente nuestro amor por la lectura, lo bien que nos hace sentir el ejercicio físico o estar los dos a favor de la lactancia materna, por ejemplo.
Y es que ¿podría dividirse la gente en grupos totalmente iguales?
Me explico, y pongo un ejemplo que seguramente sea una barbaridad: por un lado personas que voten al PP, su equipo favorito sea el Barça y estén a favor de las corridas de toros. Por otro lado personas que voten a Podemos, su equipo sea el Real Madrid y estén a favor de prohibir las corridas de todos.
Hay gente que se odia directamente por votar a partidos políticos diferentes, y seguramente sean aficionados del mismo equipo de fútbol, o dediquen sus fines de semana a trabajar como voluntarios en un refugio para animales abandonados.
¿Y esos encuentros entre aficiones rivales en las que muere alguien en una pelea? ¿Me quieres decir que ser de un equipo diferente es motivo suficiente para pelear, para matar? ¿Cuántas otras cosas no tendrán en común más importantes que la diferencia de ser aficionado del equipo contrario?
Deporte y política son los temas que más discusiones provocan. Y es que parece que detrás de un equipo y un partido político no haya nada más en esa persona que valga la pena.
Como dice mi hijo mayor tan a menudo, y que tan poco me gusta: ¡Qué asco!
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