sábado, 20 de julio de 2019

Biquini nuevo

No recuerdo cuándo fue la última vez que me compré un biquini: bueno sí, hoy. Pero antes de éste hacía años que no me compraba uno. Y si hoy me he comprado otro ha sido por necesidad. Como voy tan poco a la playa o la piscina me duran mucho tiempo, y como además no me gusta comprarme ropa pues lo alargo más todavía.
Pero de hoy ya no podía pasar. El miércoles fui con los niños a la piscina y ya al ponérmelo dio las primeras muestras de que no iba a durar mucho más. Y cada vez que me metía en el agua cabía la posibilidad de que saliera sin él porque podía perderlo con cualquier impulso un poco brusco.
Así que no me ha quedado más remedio que comprarme uno porque mañana hemos quedado con unos amigos en la piscina.
La mejor decisión que he podido tomar es ir yo sola, a las 16:30h de la tarde, a Decathlon. Lo digo en serio. Había poca gente, todo estaba ordenado y era fácil buscar las tallas, y como no tenía que estar pendiente ni de marido ni de hijos, solo de mí (sí, en serio otra vez), he podido dedicar tiempo a mirar, mirar, elegir, volver a mirar, cambiar, ir al probador, probar, salir, elegir otros, volver al probador, probar, decidirme pero cambiar la talla, salir a cambiar la talla, volver a probármelo y ya está.
Ha sido duro, pero todo lo que se hace con calma y concentración al final tiene su frutos. 
No soy muy exigente con los biquinis: los busco económicos y que me queden bien. Bueno, bien visto, son pocas exigencias pero difíciles de cumplir, sobre todo teniendo en cuenta que no tengo un cuerpo de esos delgados a los que todo le queda bien.
Y es que, a ver, si a mí el biquini y la ropa me dura la tira de años porque me mantengo en un peso estable ¿cómo puede ser que cada vez necesite tallas más grandes? Cada vez veo más X en las tallas de la ropa. Para mí que cada vez hacen las tallas más pequeñas y les ponen más X. De verdad.
No soy una mujer menuda, eso es cierto. Cuando era pequeña mi madre me decía que tenía los huesos anchos, y por su puesto los sigo teniendo anchos. Soy una pieza de mujer, lo he asumido y aunque me ha costado acepto que mi cuerpo da más la sensación de que sirve para proteger a los demás en vez de que necesite protección, no sé si me explico (pero yo me entiendo, que es lo que cuenta).
Pues bueno, el caso es que empiezo a mirar por los más baratos y voy subiendo hasta que encuentro algo que me gusta, me lo pruebo y si me gusta como me queda ya está. Me da igual que lleve rallas, lunares, estampados o que sean de un color.
Pues bueno, al final en una hora estaba todo hecho, y eso que me tenía que desplazar a la ciudad de al lado. Hasta me gusta el dibujo y los colores del biquini, así que estoy más que satisfecha. Mañana a estrenarlo, y a cruzar los dedos para que me dure tanto como el otro.

4 comentarios:

  1. con lo de las tallas se ponen muy pesaditos. a ver si se les mete en la cabeza que hay gente más grande y gente más menuda. si todos fuéramos iguales, la vida sería muy aburrida. yo en los últimos meses he adelgazado, varias personas me lo han dicho, pero de constitución sigo siendo anchote.
    besos!

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    1. Yo también soy anchota de constitución :-) e ir a comprar ropa a veces es deprimirte, porque entre que cada vez son más pequeñas las tallas y que las que antes se terminan son las grandes/normales...
      Besos.

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  2. Lo de las tallas es desesperante, es uno de los motivos por los que solo voy a comprar cuando lo necesito. Me desmoraliza y me deprime. Quizás debería tener otra actitud, pero no soy perfecta y me afecta. Y encima se acaban volando, como tú dices. Un asco.

    Un abrazo enorme.

    PD Espero que hayas disfrutado del día en la piscina y del bikini. :)

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    1. Me pasa como a ti, por eso solo voy a comprar ropa cuando realmente la necesito.
      Disfruté del día de piscina, y del biquini: valió la pena la compra ;)
      Besos.

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